Luego de largas jornadas de protesta, los trabajadores de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA) cobraron el jueves la mayor parte de los salarios atrasados y volvieron a sus actividades laborales corrientes a la espera de solucionar el resto de sus problemas.
Como todas las mañanas desde que se inició el conflicto, los empleados adheridos al sindicato metalúrgico cortaron la calle y se manifestaron frente a la puerta de la compañía, en Mendoza. Sin embargo, en horas de la tarde, la empresa confirmó el pago vía transferencia bancaria de los sueldos adeudados y la situación volvió a la normalidad.
“Desde la empresa aseguran haber hecho el pago de la segunda quincena de diciembre, la primera quincena de enero y las vacaciones pendientes”, comentó Luis Márquez, secretario General de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) seccional Mendoza.
Según comunicó IMPSA a los representantes sindicales, entre el 2 y 3 de febrero se abonarán las vacaciones que están comenzando y el 4 de ese mismo mes se cancelará la segunda quincena de enero para el total de los trabajadores de la empresa.
La regularización de las deudas salariales es, sin duda, un gran alivio para los trabajadores, pero aún quedan otros puntos por resolver. Por eso en la mañana del viernes se desarrolló una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo.
“El objetivo es controlar los pagos. Vamos a revisar que las transferencias se hayan realizado con éxito”, explicó Osvaldo Marín, director de Relaciones Laborales del Ministerio de Trabajo de Mendoza.
Una vez que se cierre por completo el capítulo de los salarios, aún quedarán otros temas por tratar. Por un lado, Márquez indicó que los empleados siguen sin cobrar algunos adicionales como presentismo y productividad.
Por otra parte, todavía no se abre el diálogo por la posible extensión del acuerdo entre IMPSA y la UOM que vence mañana. El mismo se firmó en octubre de 2014 y determinó un sistema de suspensiones rotativas entre los trabajadores adheridos al gremio.
Se acordó, en aquella ocasión, que se podía suspender a cada empleado un máximo de ocho días por mes y que en cada oportunidad la empresa pagaría el 50% de lo que remunera por jornada trabajada. Además, ningún trabajador podía ser despedido.
Ismael Jadur, responsable de Relaciones Institucionales de IMPSA, aclaró que la empresa aún no tiene una opinión formada sobre la posible extensión del acuerdo. En tanto, Luis Márquez, de la UOM, indicó que “el gremio está dispuesto a escuchar una propuesta de Pescarmona”, pero tampoco mostró una postura definida al respecto.
Por lo pronto, ya se definió hace unos días una extensión del Programa de Recuperación Productiva (Repro) para Pescarmona hasta el 31 de marzo. El mismo consta de un aporte del Gobierno nacional de $ 2.000 mensuales por empleado, para pagar salarios.
Aunque la empresa no realizó el pedido formal para seguir recibiendo apoyo por parte del Estado, el Ministerio de Trabajo de la Nación decidió otorgar el beneficio por, al menos, dos meses más.