El allanamiento se realizó en un edificio de la calle Homero 2119, donde se encontraron ocho personas de nacionalidad boliviana que trabajaban como costureros, además del encargado del taller.
Los costureros presentaban irregularidades en la documentación personal pero, según las fuentes policiales, ninguno de ellos aceptó sumarse al Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata.
En el inmueble se secuestraron siete máquinas de costura industrial y 3.000 remeras.
El allanamiento se produjo en el marco de una investigación a raíz de denuncias anónimas que indicaban que en el lugar podría funcionar un taller y cometerse el delito de trata de personas.
En la causa interviene el Juzgado Federal Nº 7 a cargo de Sebastián Casanello.
El procedimiento llega un día después de que se conociera que tres talleres textiles se incendiaron en sólo diez días en los barrios porteños de Flores, Floresta y Lugano.
Por el último de los siniestros -sucedido el miércoles pasado-, dos niños permanecen internados en el Hospital Garrahan, intoxicados y con quemaduras.
En tanto, el 27 de julio se cumplieron tres meses de la muerte de dos niños tras un incendio en un taller textil en la localidad de Flores.