«Mirando la historia del movimiento obrero se puede afirmar que la unidad es muy difícil. Casi siempre hubo más de una CGT. La unidad no se cimienta por las personas sino por los proyectos, que creo existen, son distintos y antagónicos. Me conformaría con que en lugar de cinco centrales, hubiese una mayor concentración en el sector CGT. Con una parte de la CTA será muy difícil», puntualizó Almirón.
El dirigente añadió que sería «muy importante» que se produjese «una mayor unidad en el sector de la CGT y, aunque caminamos hacia mayores niveles en ese sentido, lo total es un poco utópico».
Almirón afirmó que el SADOP anhela tener un mayor protagonismo en el próximo período de conducción de la CGT y ratificó su total respaldo a su titular, Antonio Caló, quien «nos acompañó siempre».
Al ser consultado sobre la extensión a todas las actividades de la participación en las ganancias de los trabajadores, el sindicalista observó que de forma previa a ello «el SADOP cree en la participación en las empresas».
En ese sentido, explicó que «los trabajadores se niegan a ser objetos, aunque estén subordinados a una dirección», y sostuvo que deben ser «sujetos» y no solo un engranaje más de una maquinaria y sin posibilidades de desarrollar «una actividad creativa».
«El trabajo es ante todo una actividad de creación que, luego, tiene connotación económica. No hay que resignar esa participación en las empresas. Debe haber delegados en cada uno de los establecimientos y juntas internas. El gremio y los trabajadores deben ser escuchados, respetando las decisiones racionales de las compañías. Es necesario democratizar a las empresas», indicó.
Almirón agregó que el SADOP respalda el proyecto del diputado nacional Héctor Recalde para discutir la participación en las ganancias porque hay sectores que «en estos años tuvieron ingresos muy importantes y, por los mismo, es justo, razonable y equitativo que los trabajadores tengan algún tipo de reconocimiento».
«Se trata de una contraprestación. En algunos sectores se podrá aplicar más rápidamente porque influye la rentabilidad», expresó.
Respecto de la aplicación del impuesto a las ganancias sobre los salarios, Almirón afirmó que el tema debe ser ubicado en un contexto más amplio porque se relaciona con «la necesaria reforma del sistema tributario, un capítulo pendiente del gobierno, quizá porque no se dieron las condiciones políticas», opinó.
Señaló que «el sistema tributario es en general regresivo, como lo demuestra la elevada incidencia de un impuesto como el IVA y, ello, es inequitativo», en tanto coincidió en que «el salario no es ganancia, aunque podría existir como en muchas partes un tributo que grave los elevados ingresos, pero es una cuestión a corregir que paguen igual quienes tienen capacidades distintas».
También puntualizó que «no se trata de desfinanciar al Estado, por lo que el SADOP no plantea la eliminación de ganancias ni de la cuarta categoría sino que los altos ingresos deben contribuir -incluso los salariales- aunque deben ser también gravado de manera importante el capitalismo financiero especulativo».
«Por su ingeniería, desarrollo y movimiento es complejo de gravar. Es más fácil hacerlo con un salario porque se le impone al empleador la obligación de retener. Es más difícil observar cómo algunas empresas triangulan en la compra-venta de acciones y activos financieros que nada producen salvo el valor del capital, eludiendo el impuesto», continuó el dirigente sindical.
También observó que en SADOP «es irritante que los dueños de las escuelas privadas desde el jardín de infantes hasta la universidad privada más grande estén exentos de ese impuesto por una norma».
Indicó que ello «es inequitativo, asimétrico y desigual, por lo que se impone discutir una reforma tributaria y no para no abonar impuestos o desfinanciar al Estado», en tanto afirmó que en el caso del SADOP es preciso extender «las jornadas en las escuelas estatales primarias; hacer realidad las secundarias obligatorias para todos y multiplicar la oferta de educación superior y universidades estatales y gratuitas, por lo que debe haber recursos y una discusión para saber de dónde sale el excedente».
«La discusión es válida y debe darse, pero el SADOP no hará un paro solo por ese tema, que es funcional a quienes procuran desestabilizar al gobierno y al sistema democrático», concluyó.