Aunque el Ministerio de Trabajo había dictado la conciliación obligatoria hasta el 18 de julio, la empresa química Carboclor, radicada en la convulsionada zona de Campana, inició el jueves pasado un proceso de despidos masivos.
Los operarios comenzaron a recibir las notificaciones en sus domicilios y luego se les prohibió el ingreso a la planta, por lo que realizan, desde hace más de una semana, una protesta en la puerta del establecimiento.
La empresa había presentado un preventivo de crisis, por lo que pretende abonarle sólo el 50% de las indemnizaciones al personal cesanteado, algo que es rechazado de plano por el gremio y los despedidos.
“Hay operarios con 40 años de trabajo en la empresa que ahora se quedan en la calle y encima le quieren pagar la mitad”, le dijeron fuentes gremiales a InfoGremiales desde el piquete en los portones de Carboclor.
Ayer un fiscal avisó que podría desalojar la protesta y esta mañana llegó la comunicación de que al mediodía se dispondrá un operativo de las fuerzas de seguridad para liberar el ingreso.
El achique de personal implica dejar activa sólo la parte de puerto y todos los demás sectores serán cerrados, explicaron. Ahora importarán lo que antes producían.
En el telegrama, la empresa adujo que debía tomar la medida “atento a la grave crisis económica que atraviesa el país y que inexorablemente ha afectado a esta compañía”.