(por pablo cano) La canción que da nombre al primer disco solista de Gustavo Cerati, editado en 1993, comienza con un arpegio de fuerte reminiscencia a los discos solistas de Luis Alberto Spinetta de los 70.
Las primeras expresiones de la CGT luego de la victoria de Cambiemos del domingo pasado tienen aromas noventistas en su alineamiento pseudo-crítico con el poder de turno que tanto se parece a aquel gobernaba en 1993…de hecho el actual Ministro de Trabajo es hijo de un Ministro de Trabajo del primer gobierno menemista. Sin embargo, cuesta encontrar a estos primeros compases post elecciones algo que remita a los 70….Casualidades o causalidades al margen, se viene una avanzada profunda sobre los trabajadores y sus organizaciones en un marco de relaciones que hace prever un saldo netamente a favor del gobierno.
Blanqueo Acordado
Uno de los caballitos de batalla comunicacionales con los cuales vestirán este flexibilización laboral será el blanqueo, haciendo de la secuencia «mayor blanqueo por reducción de costos y modernización de las relaciones laborales» un totem que seguramente será de alta rotación en los replicantes oficialistas. Ahora bien, ajustando un poco las clavijas en el empleo rural (se viene en dos meses una nueva rebaja de la retención a la soja) los socios campo adentro de este gobierno contribuirán a bajar el índice de la informalidad ingresando algunos miles dentro del SIPA, eso sí, con todos los beneficios que se le va a dar de igual manera a la pyme de 6 laburantes cómo al hacendado de 50000 hectáreas. El otro puntal será la construcción, dónde a caballo del mantenimiento del ritmo de la obra pública (dónde mandan varios «ex-socios» del círculo presidencial) y una expansión de la obra privada fruto del mini boom UVA (que cuando se haga vino va a dejar embriagados de tristeza a más de uno) el gremio de Martinez recibirá con los brazos abiertos otros tantos miles. Esta combinación será suficiente para bajar algunos puntos en el índice de informalidad que -vale decirlo- también sufrirá la «creatividad estadística» para poner los resultados en sintonía con la agenda que comanda Marcos Peña.
Cómo la única verdad es la realidad, si el gobierno continúa en la brecha de reducir costos salariales en dólares cómo llamador de inversiones que nunca llegan -salvo para comprar LEBACS- el capítulo que abrirá el éxito del blanqueo será la atomización de la negociación laboral. Contratos por cantidad de horas será el leit motiv para que los jóvenes ingresen a su primer empleo, si el plan resulta, a mediano plazo -esto es durante la segunda presidencia de Macri- el éxito se medirá por una reducción al 50% del actual número de trabajadores bajo convenio colectivo de trabajo con un nivel de desempleo que no se escape por arriba de los 10/11 puntos. No es novedad en el mundo, España -por ejemplo-puede dar fe de ello.
Lo que el gobierno kichnerista soslayaba por vergüenza estadística -la existencia de trabajadores formales pobres por nivel de ingreso- es lo que Cambiemos apunta a construir cómo salto de calidad en la ecuación del costo argentino a la hora de producir: salarios básico en USS que no superen la franja de U$S 400 y que sirva de ancla para el resto de las remuneraciones.
De esto se trata el amor amarillo…salarios asiáticos para los trabajadores de patronales que acumulan en verdes.