El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, fue designado presidente de la 110ª reunión anual de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que se desarrolla en Ginebra (Suiza), foro en el cual. Planteó la necesidad de «dar los pasos concretos para restablecer los valores de la justicia social y de la dignidad del trabajo».
Al iniciar el encuentro, que establece las normas internacionales del trabajo y las políticas generales de la OIT, Moroni fue elegido por el resto de los miembros como presidente de la reunión y luego se dio paso a la discusión de los principales temas de este año: «La seguridad y la salud en el trabajo; el aprendizaje y la economía social y solidaria».
En el discurso inaugural, difundido por la cartera laboral, Moroni pidió «dar los pasos concretos para restablecer los valores de la justicia social y de la dignidad del trabajo para garantizar el crecimiento de todas las personas».
«Argentina fue uno de los 42 fundadores de la OIT, impulsor de las primeras normas internacionales del trabajo, ratificante de todos los Convenios de los Derechos Fundamentales del Trabajo. Por eso, continuando con esa tradición, la gestión de nuestro gobierno se sustenta en el tripartismo y en el diálogo social que caracteriza a esta organización», dijo el funcionario.
La Conferencia de la OIT, que se realiza desde hoy y hasta el 11 de junio, es también un foro de discusión de las principales cuestiones sociales y laborales en el que participan cada estado miembro, representado por dos delegados del gobierno, de los empresarios y de los trabajadores.
En la sesión inaugural, el titular de la cartera laboral hizo alusión a las consecuencias de la pandemia por coronavirus: «Se han exacerbado las desigualdades y las situaciones de pobreza que están perpetuando formas de convivencias injustas, por falta de opciones para el desarrollo, punto de partida de cualquier aspiración a establecer una agenda que ponga en el centro a las personas».
«Llevar a la práctica la ‘nueva normalidad’ que tanto pregonamos, colocando a la persona en el centro de nuestras preocupaciones, requiere concretar, de manera urgente, políticas inclusivas y un sistema de normas y acuerdos internacionales que impulsen el crecimiento con una distribución equitativa de su resultado», agregó el funcionario argentino.
En ese sentido, remarcó que «no es aceptable que la arquitectura financiera internacional sea la que marque los desequilibrios y no acompañe a la economía real. Debemos poner fin a esta situación injusta. Resulta imprescindible que los créditos internacionales apoyen los procesos de desarrollo».
Y enfatizó: «Crecimiento sostenible y distribución equitativa son conceptos que merecen ser repetidos aun cuando la correcta retórica del discurso se vea afectada».
Para Moroni, «con este espíritu de búsqueda de realizaciones, debemos abordar los temas que tratará esta Conferencia, de impostergable consideración para cualquier modelo de desarrollo, como es la incorporación de la seguridad y de la salud en el trabajo como derecho fundamental, porque hace a nuestra ciudadanía laboral».
«También las formas de aprendizaje, para un mundo cada vez más competitivo y demandante, de una fuerza laboral adaptada a los cambios tecnológicos y a las nuevas formas de producción solidarias, que incorporen condiciones de trabajo dignas para dar respuesta a las crecientes demandas de nuestros empleadores, empleadoras, trabajadoras y trabajadores», concluyó.