La huelga de controladores aéreos ya hizo que deban reprogramarse 101 vuelos. El secretario general de Atepsa, gremio que nuclea a esos trabajadores, reclamó mejoras en el servicio y aseguró que a través de la medida de fuerza se está «cuidando a los pasajeros».
Hoy comenzó a regir el paro de controladores aéreos y el secretario general de la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (Atepsa), Jonatan Doino, habló sobre los motivos detrás de la medida de fuerza.
El gremialista aseguró que no se agotan en un reclamo salarial. «No vamos a cambiar seguridad por plata», sentenció en diálogo con AM750 y agregó que a través del cese de actividades se está «cuidando a los pasajeros».
Si bien Doino se refirió a las dificultades que atravesó el sector aeronáutico en los últimos años como consecuencia de la pandemia de Covid-19, donde «el 98% del tránsito se paró», afirmó que las denuncias que desembocaron en el paro de este viernes se remontan cuatro años atrás y al día de hoy no obtuvieron respuesta.
«La semana pasada tuvimos un incidente en la Patagonia donde el espacio aéreo se quedó sin comunicación por 15 minutos y a los tres días se cayeron los radares del espacio de Resistencia. Tenemos graves problemas en el Aeropuerto de Morón, en el de San Fernando. Tenemos un sistema de navegación colapsado», se quejó el titular de la asociación.
El cese de actividades de hoy se replicará el 22 y 23 de febrero y en los primeros días de marzo no impactará en el próximo fin de semana largo. «No vamos a afectar el carnaval, pero necesitamos encontrar una solución», indicó.
Por último, puntualizó en el reclamo a corto plazo de personal abocado a diferentes sectores. «Necesitamos como mínimo un 15% más en lo que es la dotación de 2500 trabajadores a nivel nacional, para torre de control, técnicos, búsqueda y salvamento», subrayó.
A raíz del paro de Atepsa, más de un centenar de vuelos tuvieron que ser reprogramados.
Así lo informó ayer el presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, quien habló de más de 12.000 pasajeros afectados, pese a que se comprometió a que los retrasos no serán por más de dos horas.