Según aseguraron a Info Gremiales fuentes ferroviarias, el sábado pasado se reunieron en un asado el líder de La Fraternidad, Omar Maturano y dos gerentes del ferrocarril Roca, junto con otros dirigentes políticos. Lo polémico fue tanto el singular lugar del encuentro como su anfitrión: la casa de Juan Carlos “el gallego” Fernández, el ex segundo de Pedraza, mientras cumplía una momentánea prisión domiciliaria por cuestiones de salud, en el marco de su condena a 15 años de prisión efectiva por instigación en el asesinato de Mariano Ferreyra.
Fernández fue recientemente operado con un doble by pass, tras lo cual obtuvo dos meses de prisión domiciliaria en su casa de Adrogué. Allí recibió el sábado pasado a los gerentes del ferrocarril Roca, Héctor Messineo y Pablo Díaz.
Cuando ocurrió el asesinato de Ferreyra, ellos eran Gerente de Recursos Humanos y Jefe de personal parte de la Unidad de Gestión Operativa de Ferrocarriles (Ugofe), de la línea Roca. Y fue de esa dependencia que se compró el Nextel desde el cual Cristian Favale realizó 17 comunicaciones tras el asesinato del militante del Partido Obrero, por el cual fue sentenciado a 18 años de cárcel. La compra de los aparatos es indicado por algunos como una fuente de enriquecimiento ilícito.
La Unión Ferroviaria ya estuvo expuesta al crimen, desde las sentencias de su líder y mano derecha, Pedraza y Fernández. Pero del reciente encuentro también participó el otro gran gremio relacionado con las vías: La Fraternidad. El sindicato se acercó en el último tiempo a las CGTs opositoras, y su líder, Omar “el negro” Maturano está relacionado con el massismo. El propio Messineo también proviene de las filas de ese gremio.
Sin embargo, desde sectores renovadores y críticos de la burocratización sindical, un miembro de La Fraternidad compartió con Info Gremiales su indignación frente al encuentro. “Indigna saber que hoy demuestran tanta impunidad en su actuar estos señores. Son testaferros políticos que aun operan en favor del Gallego Fernández, sancionando y despidiendo ferroviarios por orden de su jefe”.