Dos meses después que la química Atanor anunciara el cierre de las plantas ubicadas en Munro, partido de Vicente López, y de Baradero, los trabajadores continúan con las negociaciones para evitar que 180 operarios queden sin su fuente de ingreso.
En la jornada de ayer y tras una serie interminable de reuniones de diálogo con la firma, una delegación encabezó una conferencia de prensa en la Cámara de Diputados bonaerense para pedir el acompañamiento y solidaridad de todo el arco político. Además, representantes del deliberativo y el Defensor del Pueblo presentaron un proyecto de ley para declarar el edificio de la fábrica de Baradero como Monumento Histórico Provincial.
Los representantes argentinos de la química Atanor han mantenido desde el principio del conflicto la misma postura: cerrar las puertas de las plantas. Esta medida se suma a una cadena de decisiones empresariales que afectan, entre otros, a trabajadores de distintos puntos del territorio bonaerense, donde la gobernadora María Eugenia Vidal ha decidido no designar a un nuevo ministro de Producción, cartera que permanece acéfala desde hace más de cien días.
En Baradero en particular, la crisis del empleo no se ajusta sólo a Atanor. Al cierre de esta planta se suman los despidos en Ingredion y las amenazas de recortes en Germaiz, Dontos y BRF.
La delegación de trabajadores de la química que llegaron hasta La Plata fueron recibidos por los diputados Marcelo Torres (FpV), Daniel Monfasani (FR), Gustavo Di Marzio (FpV), la senadora Cecilia Comerio y el Defensor del Pueblo, Guido Lorenzino, una conferencia de prensa en la que pidieron la solidaridad y el acompañamiento de todo el arco político.
Durante la exposición, los trabajadores expresaron que “Atanor importa lo que antes fabricaba la planta de Baradero y el discontinuo del alguicida ahora se lo hace Monsanto”.
“Lo que nos preocupa son los problemas que podemos tener con las importaciones. Además no hay un ámbito estatal que nos contenga, hasta elevamos una carta a la gobernadora María Eugenia Vidal a ver si se sensibiliza con los trabajadores”, señaló el subsecretario gremial del Sindicato Químico de Zárate, Norberto Lugo.
Además, explicó que “el problema no es sólo en esta industria. Está en peligro el trabajo de toda la ciudad. Si seguimos en este camino, Baradero puede convertirse en un pueblo fantasma. Con el cierre de Atanor unas doscientas familias de trabajadores directos e indirectos quedan sin ingresos; al tiempo que dejan de ingresar once millones de pesos por mes en una ciudad de 35.000 habitantes”.
En este sentido, el delegado de personal de la planta Atanor Baradero, Carlos Filipón, afirmó que hasta el último día antes del cierre “la planta venía produciendo normal y las autoridades decidieron de un momento para otro la suspensión total, sólo nos dejaron un papelito donde nos decían que cerraban y nos iban a depositar el dinero”.
Por su parte, los legisladores presentaron un proyecto de ley para que declare al predio de la planta de Atanor en Baradero como Monumento Histórico Provincial. La iniciativa surge a partir de la preocupación de los trabajadores de que el patrimonio sea utilizado como negocio inmobiliario.
“En un contexto de ajuste y despidos, no solamente echan trabajadores, sino que también destruyen el patrimonio de todos. Como representantes del pueblo, tenemos el deber de acompañar a los bonaerenses”, sostuvo Torres.