La protesta nacional fue decidida por el Consejo Federal Ordinario, que luego del escándalo en el Confederal del miércoles, aprobó un documento político sin la presencia de la oposición y adelantó que «el plan de lucha gremial incluirá otras cuatro medidas de fuerza».
Esa instancia orgánica del gremio deliberó en Buenos Aires y aprobó un plan de lucha, que incluirá un paro nacional para el próximo 10 de noviembre por «la reapertura de paritarias, la reincorporación de los despedidos, el cese de la precariedad laboral, que arriesgará a fin de año la estabilidad de 600 mil trabajadores estatales, el 82 por ciento móvil para los jubilados y el rechazo de la reforma previsional regresiva».
Los dirigentes nacionales también ratificaron la participación del sindicato en «la jornada continental por la democracia y en rechazo del neoliberalismo», impulsada en la Argentina por la Central de los Trabajadores Argentinos Autónoma (CTAA).
En esa actividad, convocada para el 4 de noviembre próximo en la ciudad atlántica de Mar del Plata, participarán centrales sindicales, partidos políticos y movimientos sociales.
La ATE participará ese mismo día junto con la Federación Nacional Campesina, el Movimiento Campesino de Santiago del Estero, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) en una marcha hacia la Plaza de Mayo «en defensa de las economías regionales».