En la mañana del jueves 24 en el Centro Educativo Tecnológico Atilra le rindió homenaje a sus seis trabajadores detenidos y desaparecidos durante una de las dictaduras más sangrientas de América Latina.
A 40 años del Golpe Militar en el Paseo de la Memoria y la Vida Presidente Néstor Kirchner por la Verdad y la Justicia, Delegados y Directivos de Atilra, encabezados por su titular Héctor Ponce y Compañeros de la Unidad Básica “Gaby Miretti” colocaron una ofrenda floral al pie de cada árbol de roble, símbolo de cada compañero desaparecido.
Atilra recordó la lucha y el camino que marcaron sus seis compañeros desaparecidos durante el proceso militar: Pedro Antonio Juárez, Pablo Daniel Ortman, Claudio Humberto Nardini, Rául Antonio Cassol, Oscar José Dominici y Juan Carlos Galván.
“Compañeros y compañeras, venimos aquí porque tenemos el deber y el honor de homenajear a los compañeros desaparecidos y a todos sus familiares; y reflexionamos sobre la importancia de tener un proyecto colectivo, común y solidario, porque no nos olvidamos de nuestra historia y estamos convencidos que ningún proyecto de estas características es posible sin verdad, sin memoria y sin justicia”, sostuvo durante el acto el secretario General de la Organización, Héctor Ponce.
El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia recuerda del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. En la madrugada de ese trágico día, las Fuerzas Armadas derrocaron a la entonces presidenta en ejercicio Isabel Perón, aplicaron un programa de ajuste económico y pusieron en marcha un sistemático plan de represión ilegal que provocó la desaparición de 30.000 personas y el exilio forzado de miles de compatriotas.
El Paseo de la Memoria y de la Vida Presidente Néstor Kirchner por la Verdad y la Justicia es un emplazamiento de Atilra estructurado a partir de elementos de alto valor simbólico (acero inoxidable, vidrio, hierro, aluminio, cemento). En el recinto se erigen las fotografías e información sobre los trabajadores Juárez, Dominici, Cassol, Galván, Nardini y Ortman, quienes desempeñaban sus tareas laborales y sindicales en la Planta Córdoba de SanCor Cooperativas Unidas Limitada.
La conformación del lugar propone un recorrido que une el pasado con el futuro (simbolizado por el Auditorio del Centro Educativo Tecnológico), atravesado por la memoria.
Al franquear una laguna, (que evoca las aguas de la libertad), un sólido puente (el que construyó el pueblo hacia su democracia) se une a tierra firme mediante una plataforma desde la cual se puede acceder al Auditorio.
Una escultura de aluminio blanco, ubicada sobre el agua, representa la complejidad y diversidad de la historia con sus dos caras: una límpida y en blanco aparece, y la otra, su reverso, con las marcas trágicas de nuestra historia reciente. Esta escultura de 2,80 m de altura por 14 m de desarrollo, anuncia el nombre del Paseo, provee la infografía sobre los seis compañeros desaparecidos, y brinda un espacio destacado para la poesía de Juan Gelman, en soporte visual y en sistema braile.
Una alegoría de la Justicia, de acrílico rojo, atraviesa la escultura, haciendo suya la demanda histórica de las organizaciones de Derechos Humanos de nuestro país: Memoria, Verdad y Justicia.
Al final del recorrido, se llega a un bosquecillo donde seis robles testimonian la fortaleza y la mejor madera de la que estaban hechos aquellos trabajadores, militantes sindicales.
En el final del sendero se ubica la plazoleta donde los visitantes locales e internacionales pueden leer las palabras que inmortalizaran primero los sobrevivientes del ghetto de Varsovia, y luego la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP), y que es ya convicción y designio para el pueblo argentino: NUNCA MÁS.