A días del cambio de destino de Gladys Gonzalez, el paso de la interventora del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) sigue dejando tela para cortar. Es que antes de llegar a la ACUMAR, próximo objetivo que Cambiemos le fijó a la diputada, Gonzalez queda envuelta en un nuevo escándalo de su gestión, muy cuestionada por su rol en el gremio de los marítimos y por su manejo del dinero de los afiliados.
En las últimas horas comenzó a circular en el mundo gremial un mensaje que contenía un jugoso relato en el que referentes de una de las agrupaciones del SOMU, la Agrupación 18 de Febrero, hablaban del cobro de sueldos y de heredar el gremio luego de la intervención oficial.
«Seame sincero, en la reunión del otro día. ¿Por qué pegarle a la Intervención ahora? ¿Para poder volver a tener ese dinero?», se pregunta quien envía el audio, Omar Abarca, referente de la 18 de Febrero que lidera Juan Barbato, uno de los aspirantes a secretario General del SOMU que contaría con el guiño oficial.
«Aparte «Dani» Mereles, por qué tanto dice ´todos los miércoles cobrábamos´. ¿Sabías que todos los miércoles no cobraban?. ¿Sabías que están equivocados?», señala Abarca, y rectifica la versión: «Cobraban todos los jueves, señor. Todos los jueves».
Daniel Mereles, hombre al que se refiere Abarca en el audio, es un marinero que se convirtió en operador político de Orlando Alfaro, alfil del «Momo» Venegas en el SOMU y otro de los aspirantes a ocupar algún lugar trascendente en el futuro del gremio.
Luego Abarca explica la metodología con la que desde la intervención le habrían hecho llegar el dinero a quienes son sus «favoritos» para los comicios de normalización del gremio. Cuenta que una de las personas de seguridad, un tal Gastón, era el encargado de hacerles llegar el dinero de Gonzalez a los dirigentes marinos.
«Gastón era el que le llevaba la guita a Daniel Mereles. Toda la torta para allá, para un costado. Se la llevaba tipo 8 de la noche, se subía arriba de un auto, le dejaba la plata y se iba. Después Barbato se hacía el que iba al baño, al otro día, y ahí firmaba los papelitos». describe Abarca.
El audio demuestra la relación de convivencia y cercanía que mantuvieron los conducidos por Barbato con la intervención judicial del gremio, y grafica el haz de relaciones que tejió Cambiemos con un cúmulo de sectores del SOMU. Las partes buscan que esa promiscua connivencia derive, ahora, en un proceso electoral «a medida» para tenerlos como herederos de Gonzalez.
La situación no es menor. Se produce en un contexto en el que desde el Gobierno se avanza en la flexibilización de las relaciones laborales por actividad, para lo cual no dudan en utilizan diferentes métodos de presión. Para el plan macrista de desregulación de las condiciones laborales, tener una conducción «puesta» desde Trabajo puede derivar en la debacle de derechos laborales para los marineros.