La Cámara de Diputados avanza en la elaboración de un anteproyecto para establecer un Código del Trabajo que unifique y sistematice todas las leyes vigentes que regulan las relaciones laborales y contemple además los cambios realizados en los últimos años a la ley de Contrato de Trabajo, vigente desde 1974.
El Código del Trabajo se sumaría a los nuevos códigos Civil y Comercial y Procesal Penal, ya sancionados por el Congreso que ampliaron y reconocieron nuevos derechos.
En el anteproyecto ya trabaja una subcomisión, creada en el marco de la comisión de Legislación Laboral, que conduce el diputado y abogado laboralista, Héctor Recalde (del Frente para la Victoria).
De esas reuniones, que se realizan semanalmente, participan representantes de todos los bloques parlamentarios, además de referentes sindicales y empresarios, que plantean propuestas para terminar de ordenar el proyecto de ley, que incorporará los cambios realizados desde 2003 y se adecuará las nuevas realidades sociales.
El borrador del proyecto será debatido en los foros federales en los que se discute el nuevo Código Laboral, que ya tuvieron lugar en Rosario y que, a mediados de mayo, será debatido en la ciudad de Mendoza para enriquecer el trabajo de los diputados.
«La intención es sistematizar la normativa laboral en un cuerpo único y coherente», aseguró Recalde, quien puso de relieve que se trata de «poner al alcance de todos, trabajadores, pequeños empresarios, y no sólo abogados, la legislación laboral», al afirmar que el nuevo código traerá «seguridad jurídica» y «mayor información».
Fuentes parlamentarias, en tanto, adelantaron que el anteproyecto está centrado «tanto en el derecho colectivo del trabajo como el individual, y contempla desde la jornada de trabajo hasta la prevención y reparación de los riesgos del trabajo».
En ese sentido, las fuentes revelaron que el borrador en el que trabajan los asesores de los diputados tiene más de 250 páginas de letra chica, lo cual constituye y un arduo trabajo de sistematización de las diversas leyes y modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), de 1974, que fue reformada en la década del 90.
Si bien la idea de este trabajo es hacer un reordenamiento de la legislación vigente y adecuarla, el nuevo código no pretende cambiar el espíritu del abogado laboralista asesinado por la dictadura militar Norberto Centeno, autor del anteproyecto que fue el antecedente principal del Régimen de Contrato de Trabajo.
De todos modos, fuentes parlamentarias recordaron que la propuesta responde a un mandato concreto de la Constitución, porque el artículo 75, en el apartado 12, señala que entre las atribuciones del Parlamento está el «dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y Seguridad Social».
El texto contemplará además las más de 52 leyes laborales aprobadas por el Congreso desde 2003, y cuya sanción fue destacada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en su último mensaje ante la Asamblea Legislativa, el 1 de marzo pasado.
En uno de los pasajes más aplaudidos de su discurso, la Presidenta destacó la aprobación de las leyes laborales durante los gobiernos kirchneristas, y sostuvo que «no fueron leyes laborales sospechadas de soborno, fueron leyes laborales ampliando derechos», en alusión al escándalo por el supuesto pago de coimas en el Senado para aprobar una ley de flexibilización laboral durante el gobierno de Fernando De la Rúa.
Entre las normas que significaron restituciones de derechos, se encuentran además el nuevo Estatuto del Peón Rural, la norma que incorporó los tickets alimentarios al salario de los trabajadores y el nuevo Régimen de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares, entre otras.
También, entre las leyes aprobadas que serán contempladas en el nuevo Código, se encuentran la Prohibición del Trabajo Infantil, que elevó a 16 años la edad mínima de admisión al empleo; las modificaciones a la Ley de Accidentes Laborales, que fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema, para elevar los montos de las indemnizaciones -fijadas anteriormente en niveles mínimos- y restaurar el derecho a la acción civil, así como la prohibición del cambio de condiciones laborales de manera unilateral por parte de las empresas.
Por otra parte, el nuevo código podría incluir también la extensión de un mínimo de 21 días de vacaciones; la ampliación de 90 a 100 días de la licencia por maternidad, a 15 por paternidad y equiparación de los derechos entre padres adoptantes y biológicos, entre otras cuestiones, que ya están siendo analizadas por la cámara baja y podrían tener dictamen en las próximas semanas.