Baradel sostuvo que hay que tener «la capacidad de transitar la próxima 104° Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) de junio planteando con firmeza la posición de los trabajadores y avanzar para que sea reconocido de manera total el derecho de huelga».
Baradel, también titular del Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA), indicó que si los empleadores no están dispuestos a producir ese reconocimiento, habrá que recurrir a la Corte Internacional de La Haya con «la interpretación o la elaboración de un nuevo Convenio» respectivo.
«El movimiento sindical mundial debe demostrar una posición muy firme sobre los derechos de los trabajadores. Ese desconocimiento procura echar tierra sobre todas las conquistas alcanzadas», dijo.
Baradel reivindicó «la posición del gobierno argentino sobre el tema» y explicó que en la OIT esa actitud es «muy importante», aunque en el país aún hay que discutir a nivel de legislación sobre «el fuero sindical para delegados con inscripción gremial, la participación en convenciones colectivas y las normas locales y no nacionales que procuran avanzar sobre el derecho de huelga».
«El posicionamiento argentino es muy claro y firme en la OIT respecto de cómo debe ser respetado ese derecho. Ello es fundamental, y no habrá riesgos si los procesos políticos en América Latina continúan con gobiernos abiertos a los intereses populares. De surgir tendencias esquivas a los trabajadores, el movimiento sindical estará de forma inmediata en alerta», afirmó.
El dirigente subrayó que «los intereses y la ideología empleadora son afines al capitalismo, cuyo único objetivo es maximizar las ganancias, por lo que intentará derribar lo que sean escollos».
Para muchos juristas, ideólogos y comunicadores empresarios «el artículo más importante de la Constitución argentina es el que defiende el derecho a la propiedad y no a la vida o los derechos sociales. Es el meollo de la cuestión. Los trabajadores deben dar la pelea en aras de la distribución de la riqueza», concluyó.