El secretario General de Suteba, Roberto Baradel, afirmó hoy que participará de la marcha prevista para el 1 de febrero convocada por organizaciones civiles y de abogados frente al Palacio de Tribunales de la Capital Federal para exigir «un Poder Judicial independiente».
«Vamos a movilizar el 1 de febrero por una Justicia independiente que no esté atada al poder político, ni a las corporaciones o al poder, un Poder Judicial que no arme causas, que no sea parte del lawfare ni garantice impunidad a nadie», expuso en declaraciones al El Destape Radio.
El dirigente sindical consideró que «el Poder Judicial debe impartir justicia, no como ahora» y aclaró que si bien «no son todos los jueces iguales, se generó un modus operandi que determina en la Argentina el armado de causas y situaciones de injusticia como la que sufre Milagro Sala en Jujuy».
Baradel adelantó que participarán de la convocatoria «sectores de la producción, el trabajo, los derechos humanos y la educación» y puso de relieve la necesidad de comprometerse «con el pedido de volver a tener un Poder Judicial independiente».
Dirigentes políticos y sindicales adhirieron en los últimos días a la manifestación convocada para el 1 de febrero frente al Palacio de Tribunales, donde reclamarán -entre otras cuestiones- una renovación del tribunal, un pronunciamiento de los altos jueces sobre el arresto domiciliario de Milagro Sala y que se avance en la investigación sobre la mesa judicial bonaerense durante la gestión de la exgobernadora María Eugenia Vidal con el supuesto objetivo de perseguir dirigentes gremiales.
Sobre esto último, Baradel aseguró que «hubo un plan sistemático de persecución, estigmatización e intento de destruir a las organizaciones sindicales».
E indicó que «fue un plan contra cualquier dirigente u organismo que se parara en defensa de los derechos de los trabajadores o de la posibilidad de construcción de un país con justicia social y soberanía económica».
El dirigente gremial recordó luego que en el gobierno de Mauricio Macri se amenazó a su familia, «se tildó de mafiosos a los jueces laborales, a un abogado de prestigio internacional como Héctor Recalde y a toda persona que defendiera los derechos de los trabajadores».