El secretario general de la filial porteña de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra) y cuñado de Luis Barrionuevo, Dante Camaño, se pronunció por «la necesidad de construir el país que realmente desea la mayoría de los argentinos», y reclamó terminar de forma definitiva y de una buena vez con «los ñoquis y los planeros sinvergüenzas».
«¿A quién se le habrá ocurrido intentar crear un sindicato de piqueteros? Eso no es lo que quiere la Nación. No es el país que la gente quiere cambiar ni en el que desea vivir. Hay que terminar con los planeros sinvergüenzas y los funcionarios de corto plazo que luego cobran elevadas jubilaciones», afirmó Camaño ante delegados y dirigentes del sector.
En un acto ante centenares de dirigentes de la actividad, delegados gremiales y empresarios realizado en la sede sindical de San José al 1.300, Camaño -también exdiputado nacional peronista- dijo que «se impone que el gobierno genere políticas que reviertan la actual balanza negativa», porque esa es «la única forma de tener trabajo auténtico», a la vez que se pronunció por la recuperación del nivel salarial de los empleados gastronómicos porque reconoció que ese ingreso «es hoy muy malo».
Al referirse a la realidad nacional, Camaño sostuvo que la situación es «una rosita» si se la compara con «los años de prisión, tortura, golpes y mucho dolor», en tanto criticó a los argentinos que viajan al exterior los fines de semana largo porque perjudican de forma notoria al sector del turismo, hotelero y gastronómico nacional y a los trabajadores.
El sindicalista advirtió que los trabajadores deben prepararse ante «el avance de la tecnología del futuro» para proteger «las fuentes laborales» y rechazó «la corrupción» al señalar que «cada uno debe cargar su propia cruz”, pero aclaró que «los gastronómicos no quieren a los empresarios como Lázaro Báez, Leonardo Fariña y Jorge ‘Corcho’ Rodríguez, entre otros, porque pretenden hacerse ricos en tan solo un año”.
Por último, Camaño defendió la entrega de subsidios para estudiantes y trabajadores pero no para «las empresas corruptas que los utilizan para coimas”, concluyó.