«A mediados de septiembre vamos a realizar una marcha al ministerio de Trabajo y de Economía para que se reabran las paritarias», remarcó el referente del gremio gastronómico, Luis Barrionuevo, durante una conferencia de prensa que ofreció junto a su par de la CGT opositora, Hugo Moyano.
Las declaraciones de «bandeja» Barrionuevo están en consonancia por lo expresado ayer por el líder camionero para sumar presión a las relaciones laborales.
Los jefes de las dos centrales opositoras buscan que los empresarios le sumen presión al gobierno nacional por el temor que le causa volver a discutir salarios en el contexto actual de la economía.
Lo paradójico es que tanto el camionero como «bandeja» admiten que volver a discutir salarios puede aportar a una espiral inflacionaria que termine cayendo sobre las espaldas de los propios trabajadores.
La reapertura de paritarias, a caballo de la inflación y del peso del Impuesto a las Ganancias, aparece en la segunda mitad del año como nuevo fantasma para el Gobierno en el mercado laboral. La punta de lanza fue de los aeronavegantes, bancarios y panaderos.
Ahora las centrales opositoras ya comienzan a fogonear la posibilidad como amenaza para hacer sentir más fuerte un paro, que probablemente será menos importante de lo que pensaron al momento de tomar la decisión.