El líder de los gastronómicos y de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, no deja de llamar la atención y volverse noticia. El sindicalista suele soltar frases polémicas cuando no directamente ofensivas y hasta auto-incriminatorias. A su famosa “tenemos que dejar de robar por dos años”, ahora se le suma una reivindicación de los dictadores militares, en una infeliz comparación con el gobierno actual.
“Con los militares se podía negociar, con el Gobierno no”, afirmó Barrionuevo, intentando desacreditar al gobierno. Argumentando sobre los motivos del paro de ayer, el dirigente afirmó: «hace tres años no hay ningún tipo de respuesta» por parte del gobierno nacional, algo que no sucedió «ni en la época de los militares».
Evidentemente, aun quien acuerda con el paro y critica al gobierno por no dar una respuesta satisfactoria a los reclamos obreros, como el propio Pablo Micheli y Facundo Moyano, repudiaron sus dichos.
El hijo menor de Hugo, su compañero de ruta en el paro, fue claro en su cuenta de twitter: «Si hubo un sujeto social víctima de la dictadura cívico-militar fueron los trabajadores argentinos. Este tipo de dirigentes y sus expresiones no hacen más que dañar la imagen del sindicalismo argentino y perjudicar a los trabajadores.»
El líder de la CTA Autónoma, por su parte, quien ya había admitido que no estaba cómodo con Barrionuevo, afirmó que “hablar de negociar con la dictadura me parece una barbaridad”, e intentó despegarse, diciendo que “no estoy haciendo un paro con él”. Sin embargo, compartieron la mesa en la conferencia de prensa de ayer sobre el paro que cada uno hizo por separado al mismo tiempo.
Pero Luis Barrionuevo no es simplemente un lenguaraz. Su historia personal está plagada de acciones que hablan por sí solas. En 1975, ayudado por Casildo Herrera, logró convertirse en secretario general de la seccional San Martín del gremio gastronómico. Ese mismo año intentó tomar a los tiros la Federación Gastronómica para desalojar a Ramón Elorza, asaltando a mano armada la sede de la Unión de Empleados Gastronómicos que luego la Justicia le obligó a devolver -48 horas más tarde– a la conducción que estaba vigente.
Ya en 2003, pasados los “años de plomo”, Barrionuevo se vio imposibilitado de candidatearse como gobernador de Catamarca por no cumplir el requisito legal de contar con cuatro años de residencia, a lo cual reaccionó impidiendo los comicios con piquetes y quema de urnas incluida.
A la luz de estos pocos hechos, entre muchos otros, las declaraciones de Luis Barrionuevo pueden generar consternación, pero difícilmente sorpresa.