El almuerzo que organiza en la costa atlántica cada año Luis Barrionuevo parecía hasta ahora condenado a la intrascendencia, pero todo podría cambiar en las próximas horas. Lo que estaba olvidado podría volverse un nuevo paso en la unidad entre el polémico líder de los gastronómicos y Hugo Moyano.
En 2014 el encuentro en el hotel Sasso, del gremio gastronómico, se constituyó en una de las fotos políticas de aquel verano. Es que por primera vez en años, Barrionuevo se juntó con Moyano y dos dirigentes de la CGT oficialista que entonces se comprometieron a actuar en las protestas contra el Gobierno: el colectivero Roberto Fernández (UTA) y el maquinista de trenes Omar Maturano (La Fraternidad).
Años antes, Barrionuevo había perdido peso a la hora de sus convocatorias, producto de su estilo brutal, su falta de peso específico real y de algunos movimientos, que lo convirtieron en poco fiable para sus pares de la CGT.
Fueron esos mismos movimientos los que lo marginaron de las negociaciones por la próxima reunificación de la central obrera para evitar que sus exabruptos los incomode públicamente.
«Estamos armando el almuerzo para fines de este mes. Y en persona lo voy a llamar a Hugo (Moyano) para invitarlo. Con el ‘Negro’ está todo bien», le dijo al diario Ambito Financiero el jefe de la UTHGRA, para de paso desmentir un supuesto alejamiento entre ambos luego de que el líder de la CGT opositora se negara a llamar a un paro nacional antes de fin de año.
Esa medida de fuerza era alentada por Barrionuevo y por el secretario general de la CTA opositora, Pablo Micheli, pero terminó de descartarse una vez que Cristina Kirchner anunció la exención en el pago de Ganancias del medio aguinaldo de fin de año.
Veremos si el cónclave que planea «Bandeja Barrionuevo en Mar del Plata se convierte una vez más en el puntapié de la unidad de acción entre ambos sectores o simplemente es un paso más una relación con múltiples idas y vueltas.