El Confederal convocado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) terminó con un escándalo de gran magnitud. Es que lo que debía ser un congreso gremial, terminó siendo el escenario de una batalla campal que dejó como saldo heridos, hospitalizados, más internas que lejos están de dirimirse.
El encuentro estaba convocado para esta mañana por la conducción nacional, en manos de la Lista Verde, que responde a Hugo «Cachorro» Godoy. Allí debían asisti representantes por seccional o regional del gremio, para debatir los pasos a seguir y evaluar el escenario nacional. Pero nada de eso ocurrió.
Cuando llegó la representación de la oposición, que compone a nivel nacional la Lista Verde y Blanca, acompañando a sus congresales, se produjo el enfrentamiento que terminó en escándalo. Ambas partes señalan que fueron agredidos y que tienen fotos y videos para demostrarlo.
Lo cierto es que el núcleo duro de la oposición está compuesto fundamentalmente por las seccionales Capital, Santa Fe y Jujuy, y se encolumna detrás en la CTA de los Trabajadores, a diferencia del oficialismo enrolado en la CTA Autónoma. A grandes rasgos mantiene, todavía, la diferencia entre K y no K.
En lo referente al manejo de la toma de decisiones sindicales, desde la Verde y Blanca le cuestionan a Godoy no sumarse al proceso de «unidad» que va naciendo entre las CTA (por ejemplo ATE nacional no participó de la Marcha Federal ni tampoco convocó a la movilización prevista para el 4 de noviembre, algo que la oposición iba a pedir hoy), no consultar a las seccionales para esas decisiones y tener formas discrecionales de utilizar los fondos del gremio.
La batalla campal, en el ingreso del Bauen, provocó que haya hospitalizados por los golpes y hasta un trabajador de la Verde y Blanca con heridas producto de un vidrio que le cayó en medio del enfrentamiento.
Desde el oficialismo acusan a la oposición de llegar con unas 300 personas para forzar el ingreso a un encuentro al que debían asistir sólo los congresales y atacar a quienes estaban adentro. Desde la oposición señalan al oficialismo por prohibirles el ingreso, atacarlos y montar un show para vaciar de representación el gremio.
Como daño colateral quedaron los destrozos en el Bauen, hotel recuperado con el esfuerzo de los trabajadores que sufrió graves daños por las diferencias políticas de sindicalistas, que todavía no encuentran la brújula para estar a la altura de los tiempos que corren.