El Gobierno nacional elevó la proyección de inflación para 2022 a un rango entre 52% y 62%, lo que representa un alza de 14 puntos respecto de lo firmado en el acuerdo con el FMI. Guzmán también hizo referencia a la demora en la liquidación de los productores agropecuarios aunque también se mostró confiado respecto a la aprobación de las metas elevadas al FMI, así como a los cambios planteados para el segundo trimestre.
Asimismo, el equipo económico admitió que habrá una flexibilización de las metas firmadas con el FMI para el segundo y tercer trimestre pero manteniendo los objetivos anuales de déficit primario de 2,5%, la acumulación de US$ 5.800 millones de reservas y una asistencia monetaria de 1% del PBI.
«Las medidas que anunciamos hoy obedecen a la lógica de atender el shock que produjo el evento inesperado de la guerra. Hubo cambios en la estacionalidad del gasto y necesitamos readecuar los instrumentos para alcanzar los objetivos que nos planteamos», afirmaron fuentes del Ministerio de Economía.
«Las metas de inflación que nos planteamos es un objetivo ambicioso pero tenemos que tener objetivos ambiciosos. Es un escenario muy volátil pero confiamos en la efectividad de las medidas que tomamos«, subrayaron las fuentes.
En el mismo sentido, admiten que dada «si la dinámica cambia, tendremos que hacer una nueva readecuación».
Cabe apuntar que la última estimación de los analistas plasmada en el REM del BCRA trepó a 72% para todo el año.
Esta nueva calibración de proyecciones fue acordada con el staff técnico del FMI, según adelantaron voceros oficiales. «Si el FMI acepta la revisión de metas tal vez no sea necesario pedir un waiver para que se mantengan los desembolsos tal lo planteado», agregaron.
«En la reunión de Directorio del FMI de junio se aprobarán las metas del primer trimestre y seguramente también los cambios que proyectamos para el segundo trimestre en función del nuevo escenario que enfrentamos», sostuvieron fuentes del Palacio de Hacienda.
Cerca de Guzmán afirman que el FMI acepta la visión de que «al modificarse la estacionalidad del gasto por un evento inesperado respecto a lo previsto cabe que se ajusten las pautas intermedias».
«Por ejemplo, tuvimos que enfrentar el gasto adicional que generaron los bonos que se pagaron como refuerzo de ingresos y los mayores egresos por energía», añadieron.
Respecto de la acumulación de reservas el equipo económico reconoce que existe una demora en la liquidación por parte de los productores agropecuarios lo que retrasa el plan de compras del BCRA.
Asimismo, esperan que el Directorio de Banco Interamericano de Desarrollo (BID apruebe durante julio un desembolso previsto de US$ 500 millones que debiera haber sido autorizado en el segundo trimestre.
«Si tenemos ese giro, ya arrancamos con US$ 500 millones para cumplir con la meta que atrasó por temas burocráticos dentro del mismo banco», indicaron.
Las proyecciones con las que el equipo económico trabajó para el lanzamiento de las medidas anuncias y la actualización del presupuesto 2022, prorrogado de 2021 también plantean un crecimiento de la economía de 4%, con un alza nominal (en billones de pesos) de 76% por ciento.
Asimismo, espera que los gastos y los ingresos tengan un incremento del orden del 60% en ambos casos.
Sobre las previsiones de tipo de cambio no hubo precisiones: «No queremos marcar un valor y que eso sea tomado como referencia por el mercado. Tenemos que poner un número nominal para hacer las estimaciones pero no queremos que se tome como un objetivo».