El estudio indica que el número de asalariados registrados en el sector manufacturero experimentó una baja del 2,7% en la medición interanual y un incremento del 0,2% contra mayo último.
En junio, en el sector en general, volvió a retroceder el número de asalariados registrados del sector privado, con una merma del 4,8% contra igual período de 2019, equivalente a 289.600 puestos y alcanzó un período negativo de 22 meses.
«A pesar de las fuertes caídas interanuales del empleo algunas contracciones comenzaron a desacelerarse en términos mensuales y, en algunos casos, a revertirse en el margen», explicó la entidad que pertenece a la Unión Industrial Argentina.
Si bien dentro de la industria, el empleo registrado bajó en la medición interanual, otros sectores tuvieron peores resultados como la construcción, con un derrumbe del 27,7% y hoteles y restaurantes, con una desplome del 10,9%, donde las medidas de aislamiento tienen un mayor impacto en la actividad.
El instituto indicó que «las suspensiones volvieron a ser la principal forma de manejar la dotación de personal en un contexto de regulaciones en el mercado de trabajo».
El porcentaje de empresas que aplicó suspensiones en junio rompió su récord del mes anterior al llegar al 19,4%, que afectó al 8,4% de los trabajadores.
En sectores donde la actividad empezó a adecuarse a la nueva normalidad, la persistencia de personal dispensado de asistir al lugar de trabajo (14% de los trabajadores) motivó contrataciones de personal temporario para compensar las bajas, con su correspondiente impacto en costos.
«Estos mayores costos (entre los que también se encuentran los vinculados al traslado de personal, testeos, readecuación a los protocolos, entre otros) junto con la situación económica general están repercutiendo en la sostenibilidad de las empresas y en la menor cantidad de éstas presentando declaraciones juradas de empleo», indicó.
Señaló que «la frágil situación del mercado laboral en un escenario de nuevas dificultades para las empresas requiere pensar estrategias integrales con incentivos claros que tengan en cuenta no solo la continuidad del empleo, sino también proporcionar incentivos a la contratación y las necesidades de las empresas para continuar activas en esta delicada coyuntura».