A Antonio Caló y al resto de los dirigentes que lo acompañan en la CGT oficialista, no les cierran los números. Admiten que los aumentos de las paritarias de este año, que promediaron entre el 28 y 30%, serán superadas por la inflación anual, que estiman entre seis y diez puntos más alto.
Sin embargo, Caló expresó la cuestión muy claramente: «Estamos preocupados no por lo que está pasando ahora, sino por lo que pueda venir. Por ejemplo, qué va a pasar en marzo con las paritarias, estamos preocupados por eso. No sabemos cuál va a ser el piso y cuál va a ser el techo».
Mientras el arco sindical en general espera alguna definición vinculada al impuesto a las ganancias, la central conducida por el metalúrgico se reunirá el próximo jueves por última vez en el año con la mira puesta en lo que pasará dentro de unos meses. «La negociación salarial que viene será el talón de Aquiles del despelote. En mi caso, perdimos seis o siete puntos del poder adquisitivo y pensamos recuperarlo en la próxima paritaria», confió un jerárquico de la central que negocia salarios con el Estado nacional.
Los colectiveros de la UTA y los bancarios abrirán “la cuestión paritaria 2015” en enero, pero supeditan las negociaciones a la definición de este fin de año. efectivamente, ambos gremios están en conflicto y amenazaron con medidas de fuerza para diciembre, en reclamo de una compensación por Ganancias y el alza de precios.
Las perspectivas son que los dos sindicatos imitarán el acuerdo de este año: negociar en enero una suma puente para sellar el porcentaje del aumento anual en marzo o abril, con un escenario tal vez más claro y menos turbulento. Lo que se dice en el barrio, “vamos viendo”.
Un sector que adelantaría su discusión paritaria y que suele ser determinante además de conflictivo, es el de los docentes de gremios nacionales. A pesar de los reclamos docentes y de cierta predisposición del ministro Alberto Sileoni a reunirse antes de finde año, las negociaciones formales ya habrían sido agendadas para fines de enero.
Entonces participarán del debate salarial los cinco gremios de alcance nacional: la Ctera (alineada a la CTA oficialista, de Hugo Yasky) y el Sadop, UDA, AMET y CEA, todos ellos vinculados a la CGT oficialista, que encabeza Caló.
La paritaria promete ser ardua. El líder de la UDA y secretario de políticas educativas de la CGT oficialista, Sergio Romero, adelantó que “será muy conflictiva si antes de sentarnos a discutir el Gobierno no equipara el básico de los docentes al salario mínimo vital y móvil».