Caló enfurecido amenazó con un paro de 36 horas

El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y líder de la CGT, Antonio Caló, criticó la oferta del 22 por ciento en dos cuotas que propusieron las cámaras empresarias del sector y desafió a las patronales a vivir con 7.700 pesos de bolsillo, salario que recibirían los trabajadores en caso de alcanzarse el 32 por ciento reclamado por el gremio.

‘La UOM pidió un salario mínimo garantizado para un trabajador que recién empieza a trabajar de 8.500 pesos y cuando uno le hace los descuentos son 7.700 pesos y los empresarios dicen que estamos ‘desubicados'», señaló el dirigente en diálogo con Radio Mitre.

Caló dijo además que la UOM no quiere discutir porcentajes sino «discutir el poder adquisitivo de los trabajadores».

Respecto de las medidas de fuerza, el líder de la CGT afirmó que los trabajadores «están enojados y van a proponer un paro de 36 horas con fecha a fijar’.

Más temprano, el secretario general adjunto del sindicato, Juan Belén, dijo que la oferta paritaria de 22 por ciento en dos cuotas es «una cargada» y dejó en claro que el plan de lucha será «contra el sector empresarial, no contra el gobierno» nacional.

En diálogo con radio América, explicó que la voluntad de la patronal es ir al conflicto «para esmerilar los últimos meses de la presidenta Cristina» Fernández de Kirchner.

«Nos quieren llevar a un conflicto, vamos al conflicto, pero contra los empresarios. Se creen que vamos a (ir a) un conflicto contra el Gobierno», señaló el dirigente sindical.

Belén informó que durante la mañana de hoy el congreso federal de la UOM definirá un plan de lucha, pero, a diferencia de Caló, dijo que se estudian distintas modalidades: desde el paro con movilización hasta el paro en fracciones de 15 minutos por hora.

«Somos parte del gobierno, acompañamos al gobierno», señaló el dirigente, quien recordó que la reivindicación de los trabajadores es del 32 por ciento y 8.500 pesos de sueldo básico para la categoría más baja.

En ese sentido, calificó la oferta de la patronal como «una barbarie».