La diputada nacional del PRO Cornelia Schmidt-Liermann subrayó que se debe impulsar una legislación del trabajo con «marcos legales más móviles» para permitir que las nuevas tecnologías «resulten un beneficio para el trabajador», al tiempo que resaltó que hay que «tener cuidado» para que los inmigrantes «no caigan en trabajos precarios y sean utilizados».
«Hay que encontrar una legislación del trabajo yo la denomino más móvil, con marcos legales más móviles para permitir también que todos los beneficios de las nuevas tecnologías realmente resulten un beneficio para el trabajador, el trabajo y la relación del trabajo», sostuvo la dirigente del PRO.
En diálogo con FM Delta, la legisladora oficialista indicó que «en muchos lugares ya se da y acá se está viendo pero sin regularlo, por lo que se pueden cometer grandes injusticias, el ´job sharing´, que es compartir horas de trabajo. Por ejemplo, un estudiante quiere trabajar y reparte dos horas con un compañero».
«También hay muchas nuevas formas de trabajar desde la casa. Si no logramos entender cómo podemos lograr que esto beneficie sin que perjudique al trabajador, si no nos ponemos en marcha, la realidad nos está llevando por encima», agregó.
En ese sentido, la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara baja se refirió a la aparición de aplicaciones como Uber y Glovo y el desfasaje con las normas legales vigentes, por lo que destacó que se trata de «un gran desafío».
«Puede ser beneficioso, pero hay que encontrarle la vuelta. Lo peor que se puede hacer es no hablarlo. Hay que sentar en una mesa todos los actores, porque estas cosas no se pueden imponer, porque si no salen mal», remarcó.
Asimismo, Schmidt-Liermann se refirió a la gran cantidad de inmigrantes que encontraron una fuente laboral en esas plataformas.
«Tenemos que tener una amplitud para recibirlos y por otro también para integrarlos a la normativa de cada país. Obviamente, a aquel que comete delitos no nos gusta tenerlo acá, aunque también hay que ver por qué comete delitos o qué clase de delitos. Tenemos que tener cuidado de que no caigan en trabajos precarios y sean utilizados», remarcó.
Y concluyó: «El fenómeno de los desplazamientos violentos, ya sea por violencia, cambio climático o temas económicos, no es algo circunstancial sino que vino para quedarse. Es una realidad que no va a desaparecer. A la persona que ha migrado no hay que considerarla un invasor: se fueron de su país por una necesidad, no porque lo eligieron».