«Antes de que partan casi 100 barcos al sur para la pesca del langostino, queremos dialogar y que nos sentemos todos los sectores de los gremios afectados, de provincia y de Nación, para solucionar el conflicto que se avecina si estos barcos zarpan hacia el sur argentino», afirmó el secretario adjunto de Camioneros Mar del Plata, Juan Vargas.
La protesta, que comenzó en la noche del martes, continuará «hasta tanto sea convocada una mesa de diálogo y de trabajo, para buscar una solución a las casi 8.000 fuentes de trabajo que están en riesgo».
«Pedimos la urgente intervención de la gobernadora María Eugenia Vidal; estamos hablando del puerto más importante del país, de una ciudad que vive del puerto y de muchas fuentes de trabajo que se verían afectadas», advirtió Vargas en el marco de la protesta.
Se trata del mismo reclamo expresado el martes, en un conferencia de prensa, en la que cámaras empresarias y gremios pidieron la intervención de la gestión de Vidal «en defensa de la industria pesquera de Mar del Plata, en particular de sus barcos fresqueros de altura y costeros, ante las medidas que quiere implementar el gobierno nacional en el manejo del langostino».
En este sentido, empresarios y sindicalistas señalaron que esas embarcaciones y los puestos de trabajo del sector podrían verse «seriamente perjudicados» si avanza el plan de restricción de carga en barcos que operan en la región.
En la protesta advirtieron que la empresa Nuncio de Rosa, «con 40 años en la ciudad, ya mandó 50 telegramas de despido por falta de trabajo», y afirmaron que «la crisis del sector portuario comienza a golpear a los gremios de la pesca, el estibaje y el transporte como consecuencia de las políticas económicas del Gobierno».
«Lo que le estamos pidiendo es una mesa de dialogo, donde nos sentemos entre Nación, Provincia, gremios y empresas para buscarle una solución al problema que se avecina», sostuvo el dirigente camionero de la ciudad de Mar del Plata.
En este marco, indicó que «en unos días se están yendo hacia el sur argentino varios barcos que Nación les dieron permiso para pescar langostinos», y advirtió que esas embarcaciones no volverán al puerto local, con lo cual «las fuentes de trabajo de los estibadores, los transportistas, los fileteros y demás trabajadores se verían perjudicados».
«Estamos hablando de unos 8.000 puestos de trabajo», expresó Vargas.