«Me llamó el CEO de Cargill, Marcelo Patriarca, diciéndome que en la planta de Puerto San Martín van a empezar a ofrecer retiros voluntarios, pero no supo decirme cuántos», dijo a Télam el secretario general del Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo, Pablo Reghera.
Según el gremio, el ofrecimiento de la empresa agroindustrial contempla el pago del ciento por ciento del valor indemnizatorio, más una suma igual por aceptar el retiro de modo voluntario.
Un portavoz de Cargill consultado por Télam aseguró que la empresa «no está cerrando puestos de trabajo», pero admitió que procura «sustituir algunas posiciones con perfiles acordes a los nuevos desafíos del negocio».
El vocero dijo que no estaba en condiciones de confirmar el número de trabajadores que serán afectados por el proceso, debido a que se trata de «un acuerdo voluntario entre la empresa y algunos empleados que se encuentran en dichas posiciones».
Si bien afirmó que las propuestas de retiro serán «beneficiosas» para quienes la acepten, aseguró que no habrá pagos «exorbitantes» como los que trascendieron de fuentes sindicales, que mencionaron la posibilidad de llegar hasta la doble indemnización.
Esa planta de Cargill emplea a unos 350 operarios en forma directa, sin intervención de firmas contratistas.
«No queremos los retiros, porque hay un bono de fin de año que no se pagó y usan ese dinero para despedir trabajadores», dijo Reghera.Hasta la tarde de ayer al menos dos empleados habían acordado su desvinculación con la empresa.
«Hay algunos compañeros que están cerca de la edad jubilatoria y les conviene, pero otros más jóvenes no quieren», explicó el dirigente sindical.
Reghera sostuvo que desde el sindicato apoyarán a quienes elijan continuar en la planta porque, agregó, «tenemos que parar esto».
El gremialista mantuvo una reunión informal con autoridades del Ministerio de Trabajo de Santa Fe para ponerlas al tanto de la decisión de Cargill.
Desde la cartera laboral explicaron a esta agencia que no hubo una presentación formal y que, si bien están al tanto, «muchos acuerdos de retiro voluntario no son homologados por el Ministerio».
Para Reghera, Cargill no atraviesa una situación de crisis sino que «quiere despedir para después tomar gente a través de contratistas».
La empresa, una de las principales exportadoras argentinas, cuenta con más de tres mil empleados «distribuidos en más de 60 localidades en 8 provincias de nuestro país a través de establecimientos industriales, terminales portuarias, acopios y oficinas comerciales», según la información corporativa.