
En el marco de una medida de fuerza de 48 horas que se llevó adelante el organismo Carlos Sueiro, el Secretario General del SUPARA, el gremio que nuclea a los aduaneros, repasó en exclusiva con InfoGremiales la profundidad de un conflicto que excede, y por mucho, lo estrictamente salarial.
Carlos Sueiro, el número 1 del Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina (Supara) habló con InfoGremiales en el contexto del paro de actividades de 48 horas que este martes y miércoles dejó sin funcionamiento a todas las dependencias del organismo del país y con asambleas que crecen en concurrencia.
«Acá hay ingenieros químicos, agrónomos, actuarios, contadores públicos y profesionales de todo tipo con un profundo conocimiento del comercio exterior que lleva décadas formarlos, eso es lo que están atacando cuando le licuan el salario a la gente de la Aduana, la capacidad profesional del Estado de evitar que los grandes pooles de exportación e importación hagan sus negocios a expensas de los argentinos» arrancó Sueiro la explicación de un conflicto que está haciendo sonar las alarmas de los actores institucionales del comercio exterior.
El personal de la Aduana lleva mas de un año sin actualización salarial y esto, como es obvio, afectó profundamente la situación de trabajadores que «nunca en la historia de la Aduana» habían sido tocados tan fuertemente por la crisis económica. Varios trabajadores consultados por este portal han señalado que muchos compañeros están teniendo problemas para cosas elementales como pagar el alquiler o el resumen de la tarjeta, algo que es bastante común para el universo de los laburantes pero que era absolutamente desconocido dentro de un organismo dónde siempre hubo un piso salarial que los colocaba con holgura dentro de la cúspide de los asalariados.

Sueiro, sin embargo, remarcó que esto tiene algo más que motosierra. «El gobierno está haciendo un juego extorsivo con la Aduana: primero anuncia que van a echar a cientos de trabajadores y, una vez que conseguimos una cautelar de la justicia para proteger la estabilidad de nuestra gente, nos mandan funcionarios de tercera línea a decirnos que no piensan echar gente, que desistamos de la medida judicial y que así podemos empezar a negociar la paritaria, pero cuando pedimos hablar como sindicato con quienes tienen facultades para negociar, se borran, dicen que no tienen instrucciones». La interpretación sería consistente con lo trascendido en varios medios respecto de la disputa que hay por el dominio político de la Aduana entre el consultor Santiago Caputo y el ministro de mismo apellido.
«Sobre la Aduana siempre hay muchas suspicacias, pero lo cierto es que sin Aduana y sin sus trabajadores no hay Estado posible. Lo que el país produce y lo que el país precisa para producir mayoritariamente pasa por acá. Cuando veo lo que le están haciendo al organismo empiezo a entender que quiso decir el Presidente cuando se autopercibe como un topo que vino a destruir el estado desde adentro o cuando dice que los contrabandistas son héroes», añadió el gremialista que históricamente tuvo alineamiento con Los Gordos en la CGT.
Sueiro también reflexionó sobre el momento del movimiento obrero: «La CGT tiene que movilizar porque la situación de los trabajadores no permite otra cosa, pero tiene que haber mayor creatividad. Este gobierno viene por los laburantes y sus derechos adquiridos y para lograr eso lo primero que va a hacer es defenestrar a los sindicatos aprovechando algunos de nuestros errores. Por eso tenemos que poner en valor nuestras virtudes con un abordaje nuevo».
«Acá, en la Aduana, un conflicto paritario es poco común, es un organismo que por su claro perfil técnico está acostumbrado a hacer girar la rueda productiva del país pase lo que pase. Tenemos que contarle a la sociedad esto y los trabajadores tienen que ser protagonistas de la defensa de este lugar esencial para un proyecto de país. Algunos sueñan con llevarse afuera el petróleo, el gas, el litio y hasta el ganado en pie sin tener que dar explicaciones ni poner un peso…para ese saqueo de la Argentina la Aduana y la capacidad de su gente les molesta», concluyó.