Los empleados y sus delegados de Carrefour reclamaban en las instalaciones de Colegiales por una situación de violencia laboral y una serie de incumplimientos. La empresa radicó una denuncia y la Policía de la Ciudad de Buenos Aires se acercó para detenerlos.
En la jornada del sábado se vivió un clima de máxima tensión en la tienda que la gigante Carrefour tiene en el barrio porteño de Colegiales. Desde la mañana los trabajadores y sus delegados reclamaron por una situación de violencia laboral.
Los empleados protestaban, además, por la presencia de personal tercerizado, falta de correcta registración laboral, la negativa a pagar el plus por guardería e incumplimientos en la normativa de la Seguridad de Riesgos del Trabajo (SRT).
En el marco de la protesta, las autoridades del supermercado decidieron ir a radicar una denuncia policial a la Comisaría 3 y pidieron intervención a la Fiscalía.
De hecho, se acercó a la tienda una importante cantidad de policías de la Ciudad de Buenos Aires que amenazó con detener a los 20 delegados del Sindicato de Empleados de Comercio que acompañaban la medida de fuerza.
«Nos amenazó la policía que venía con el carro de asalto para llevarse a todos», le explicaron los trabajadores InfoGremiales desde la tienda.
Más tarde la situación se calmó. Sin embargo la serie de reclamos todavía sigue sin solución ni respuestas. Por ello, la protesta se replicó el domingo y todavía no hay certezas de como puede seguir el conflitco.
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