Casa de Moneda: La Federación Gráfica Bonaerense rechazó la importación de billetes argentinos que ahora se harán en otros país y calificó la medida como «irracional»

La Federación Gráfica Bonaerense rechazó la reciente decisión del gobierno del presidente Milei de importar billetes argentinos, una medida que consideran un duro golpe a la soberanía y a la industria nacional. Según el anuncio, a partir de ahora los billetes de peso argentino se imprimirán en países como China, Malta y Estados Unidos, situación que la Federación califica de “irracional ajuste” y que no toma en cuenta las capacidades locales de la Casa de Moneda en Don Torcuato.

Desde la Federación Gráfica Bonaerense defendieron la calidad y capacidad de la Casa de Moneda y destacaron que la planta cuenta con tecnología de primer nivel y personal altamente calificado. Recordaron que, en el pasado, la institución imprimió moneda para países de América Latina, Asia y África y cuestionaron por qué ahora se opta por trabajo extranjero en lugar de impulsar la industria nacional.

Para el gremio, mantener la impresión de billetes en Argentina no solo fortalecería el empleo local, sino que también reduciría los costos asociados a la importación de papel moneda, incluyendo transporte y seguros por lo que calificaron la medida como de un “irracional ajuste” y que no toma en cuenta las capacidades locales de la Casa de Moneda en Don Torcuato.

La decisión también levanta cuestionamientos de transparencia, pues señalan que el Banco Central de la República Argentina no permite a la Casa de Moneda participar en las licitaciones. En este contexto, el gobierno realizó una compra directa de 540 millones de billetes de 20.000 pesos a China sin un desglose público del costo total, lo cual genera dudas sobre la eficiencia y conveniencia económica de la operación.

La Federación Gráfica Bonaerense, en defensa de las 250 familias que dependen de la Casa de Moneda, reafirmó su compromiso con la producción nacional y el derecho de imprimir la moneda nacional en el país, una medida que consideran esencial para preservar la seguridad y soberanía de Argentina. La entidad exige que se reconsidere esta política, que implica, según expresan, “la muerte productiva de un establecimiento gráfico de excelencia”.