Ramón Antonio Baldassini finalmente dejó el sillón de secretario General. Es un caso absurdo y quien mejor metaforiza el anquilosamiento sindical. Baldassini tomó el poder de la Federación de Obreros y Empleados de Correos y Telecomunicaciones (Foecyt) en 1963 y lo deja mas de medio siglo después.
Sin embargo, y lejos del discurso oficial que parece despreciar a los gremialistas que se atornillan, La Nación confirmó que el Gobierno convocó al ex dirigente gremial a integrar el directorio del Correo Argentino y posó a formar parte de lo que antes él mismo llamaba la patronal.
El caso de Baldassini es particular: ningún otro gremialista superó los 50 años en el poder de una organización. Se mantuvo firme en el poder, tanto en tiempos de dictadura militar como en democracia. En los últimos años estaba al margen de la CGT, aunque envió a sus delegados al congreso normalizador que selló la reunificación, en agosto del año pasado.
En la última década de su gestión, Baldassini debió pulsear con Hugo Moyano por el encuadre sindical de los empleados del correo. Sin embargo, se impuso una negociación con el aval del gobierno de turno. Convalidado por el Ministerio de Trabajo, Moyano logró en 2003 ampliar las funciones del sector.
El modificado encuadramiento sindical le sumó al camionero miles de afiliados de diferentes rubros, entre ellos los trabajadores de correo privado. No pudo avanzar sobre los trabajadores del correo público. Las personas que se desempeñan en el Correo Argentino están afiliados al Foecyt.
Su liderazgo en el Foecyt, en realidad, caducó en 2016, cuando el gobierno de Mauricio Macri lo convocó a integrar el directorio del Correo Argentino. Desde entonces, se abrió el proceso electoral interno, que finalizó hoy, con la designación del santafecino Alberto Cejas como su sucesor. Cejas lideró la CGT santafecina durante 10 años y fue diputado provincial. Estará en el Foecyt, que reúne a 20 gremios de correo del país, hasta 2021.