Cresta Roja: palos y principio de solución
Un día de furia. Eso fue lo que se vivió ayer en Ezeiza en la protesta que los empleados de la avícola Cresta Roja mantenían en reclamo de sus puestos de trabajo y el cobro de salarios caídos. Aunque habían negociado con la Gendarmería Nacional para seguir manifestando sobre la Autopista Ricchieri liberando dos carriles, apareció al orden de reprimir y con palos y carros hidrantes se los desalojó.
Pero eso no fue todo. Los uniformados destruyeron el campañamento que los trabajadores habían levantado al costado de la ruta sin ninguna explicación y hasta una cámara de TN sufrió la violencia de los carros hidrantes.
Cuando todo parecía volver a la normalidad, pasado el mediodía, llegó una segunda tanda represiva. En esta oportunidad la violencia fue mayor y las balas de goma llovieron s...