En el marco de una jornada más que caliente, ayer se realizó la segunda reunión por el Proceso Preventivo de Crisis (PPC) de la gigante multinacional, Carrefour. En la cartera laboral, representantes del gremio mercantil, directivos de la empresa y funcionarios del Ministerio de Trabajo avanzaban en las negociaciones, mientras tanto en la calle, unos dos mil empleados de la firma, detrás de la conducción de Ramón Muerza, el secretario de Organización de Comercio, metían presión para que no haya cierres ni despidos.
Desde el Ministerio de Trabajo le confirmaron a InfoGremiales que ayer quedó formalmente habilitada la crisis de la compañía francesa, pero que todavía no había información certera sobre algún acuerdo de partes. Por lo tanto ya corre el Preventivo.
Por su parte, con un comunicado que le hizo llegar a la prensa anocha, Armando Cavalieri ya aventura un plan de retiros voluntarios al 150% para reducir puestos de trabajo en Carrefour.
Sin embargo, los empresarios no confirmaron esa alternativa. Es que quieren garantías de qué sucederá si no logran sumar la cantidad de empleados que ellos estiman en el plan de retiros voluntarios. Detrás de la discusión se esconde una puja más de fondo que, excede a la firma de los «precios corajudos» y abarca a todo el sector supermercadista que presiona por bajar los costos laborales.
Se trata de la renovada presión de las cámaras de la actividad para avanzar en su agenda de reclamos, con eje en el impuesto a los ingresos brutos y las cargas laborales, a cambio de que no haya una ola de despidos en un rubro que se autopercibe como uno de los «perdedores» del modelo de Mauricio Macri. También hablan de una reducción salarial de un 20%.
En la calle, los casi dos mil empleados liderados por Muerza le metieron presión adicional a Cavalieri. Es que buscan ser parte de la mesa de negociaciones, como representantes de los establecimientos en conflicto y únicos capaces de proporcionar paz social, y quieren garantías de que no haya despidos, ni cierre de las sucursales.
La idea que rondaba en torno al secretario de Organización mercantil, que se prepara para enfrentar electoralmente a Cavalieri, era un entendimiento, siempre y cuando la firma gala retire el PPC. En caso de que la empresa tenga ese gesto, aceptarían el plan de retiros voluntarios al 150%, con garantías de reconvertir 16 locales en mayoristas y reubicar a los empleados de los establecimientos alquilados, que irían a un cierre irremediable.