Una lluvia de millones. Ese fenómeno se vivirá una vez más en 2016 en el Sindicato de Empleados de Comercio, que comanda Armando Cavalieri. Sucede que tras la homologación del acuerdo paritario 2016 que contempla, entre sus cláusulas más destacadas, el descuento compulsivo de una suma fija de los mercantiles para la obra social, OSECAC, comenzarán a llegar abultados recursos.
Se trata de un aporte de 100 pesos mensuales de cada trabajador bajo el convenio colectivo de empleados de comercio, para el financiamiento de la obra social sindical. Teniendo en cuenta que ese universo cubre algo más de un millón de asalariados, estamos hablando de una suma de algo más de 1.200 millones de pesos anuales. Nada despreciable.
Pero eso no es todo. Esta misma semana la conducción del gremio definió que los bonos que deben comprar los empleados para acceder a las prestaciones médicas de OSECAC tuvieran un incremento de casi el 900%. Acorde con la temporada alta de tarifazos que se vive, los bonos pasaron de costar 4 pesos a costar 35. Lo que representa otra andanada de millones de pesos.
El gremio de Comercio, el más populoso del país y el que cuenta con la caja más abundante de la Argentina, tiene un largo historial de gestionar artilugios para financiarse compulsivamente a través de los acuerdos con las cámaras empresariales, sin necesidad de hacer trabajo gremial.
El propio Cavalieri hace años introdujo en su sector el uso de uno de los mecanismos de recaudación que más se extendió posteriormente en el mundo gremial. Incluyó en el convenio un punto por el cual los trabajadores de la actividad no afiliados son obligados a aportar el 2 por ciento de su sueldo al sindicato. Ese pago, que no les da derecho a participar gremialmente, ni a votar en las elecciones, termina siendo uno de los ingresos más generosos del sindicato.
Esos ingresos representan, además, un desaliento a las campañas de afiliación y una declaración de «paz social» a los empleadores, que prefieren pactar esas sumas en las negociaciones paritarias a tener que enfrentar empleados organizados en sus instalaciones.