El impacto de los tarifazos en los servicios públicos, la suba del dólar que disparó el precio de la harina y la caída del consumo, provocaron el cierre de unas 100 panaderías en el Conurbano bonaerense en los últimos seis meses.
Según explicaron referentes del sector, la caída de las ventas alcanza el 60 por ciento. Ese factor se suma a los aumentos en el combustible y en los servicios públicos y la corrida cambiaria, entre otros que incrementan el precio del producto final.
«El costo de un kilo de pan está en 55 pesos, para venderlo a 70. En algunas panaderías de La Matanza ya venden el kilo a 80. El Gobierno mira para otro lado. Un 50 por ciento del valor del pan es la mano de obra, un 20 por ciento la harina y un 30 se va en impuestos y servicios», alertó Eduardo Majori, vicepresidente de la Federación Panaderil de Buenos Aires, en declaraciones al portal de BAE Negocios.
En esa línea, Rodolfo Silva, titular del Centro de Panaderos del Oeste, dijo a ese mismo medio que «tenemos que vender 16 kilos de pan para poder comprar una bolsa de harina» y alertó: «Trabajamos a pérdida. Nuestra rentabilidad apenas llega al 10 por ciento».