La crisis láctea no cesa. A la falta de productos en las góndolas, el racionamiento de la mercadería y la suba constante de los productos, se siguen sumando cierres de empresas de la actividad.
Ahora fue Industrias Lácteas Buenos Aires la empresa que bajó la persiana, en la zona de Trenque Lauquen, y que dejó en la calle a todo su personal.
En diálogo con las emisoras trenquelauquenses, AM 1280 y FM 88.5, Ezequiel Benítez, ex empleado de ILBA, habló sobre el difícil momento que están pasando los 27 operarios y sus familias por el impacto que tendrá para la localidad de Garré el cierre de la fábrica.
Benitez sostuvo que para dicha localidad representa un golpe “muy fuerte porque somos una comunidad pequeña que vive del campo y de la fábrica. 27 familias no es poco, es muy complicado, mucha gente tuvo que irse de Garré”.
El trabajador explicó que “se notaba que la producción se venía a pique y a mediados del año pasado la producción cayó notablemente. Empezamos a sentir el impacto directamente en el atraso de los pagos de salarios. Fue algo rápido el tema de la caída de la producción. En unos cuatro o cinco meses se notó muchísimo y no se podía sostener. En el caso particular me deben dos meses a otros compañeros cinco, más años de antigüedad”, señaló Benítez.
“Yo me retiré en agosto del año pasado, se habían demorado en el pago de salarios y había que salir a buscar otro trabajo ya que hoy en día uno necesita mucho dinero para subsistir. A partir de ahí se siguió trabajando hasta diciembre o enero, pero no concurrían todos los días de la semana. Hoy ya se encuentra cerrada totalmente” afirmó el trabajador.
Sobre los dueños de ILBA, Benavidez aclaró que “los dueños son de Capital Federal, adeudan varios meses de trabajo y no tenemos respuesta. Lo han mandado a llamar desde el Ministerio de Trabajo pero nunca apareció y nosotros estamos sin cobrar sueldos desde el año pasado. Habrá que buscar la forma de llegar a buen puerto y por lo menos arreglar lo que es justo”.