El delegado de la ex empresa de colectivos Ecotrans, cuyos servicios son ofrecidos desde el 1° de julio último por cuatro compañías, Carlos Pacheco, advirtió que continúa «la situación de conflicto y de tensión» ante «el envío de cien telegramas de despido y el dictado de la conciliación obligatoria» por parte del Ministerio de Trabajo y, el personal, ratificó el paro iniciado el jueves por varios reclamos.
Pacheco explicó a Télam que esta semana los trabajadores de las líneas 136, que une Merlo con Primera Junta, y 163, que realiza el recorrido entre San Miguel a ese lugar de Caballito, en la Capital Federal, «se movilizaron junto con los delegados y la Comisión de Mujeres hacia el predio de la firma Sargento Cabral –La Metroplitana – donde debía realizarse una reunión, previamente acordada, con la cartera laboral nacional».
El representante de base reseñó que en ese encuentro debía analizarse reclamos de los trabajadores «no contemplados por los empresarios, como erróneas liquidaciones de salarios, suspensiones arbitrarias, condiciones de trabajo y servicios», puntualizó.
También expresó que al llegar los acosó «una patota armada al mando de uno de los delegados del lugar, que impidió el ingreso de los trabajadores, lo que derivó en discusiones y el disparo de un arma de fuego, mientras los empresarios observaban la escena desde el interior del establecimiento y dirigían a los agresores».
«La situación derivó en la suspensión del encuentro pactado con Trabajo. Y, ayer, luego de deliberar en asamblea, el personal decidió iniciar un paro en reclamo de respuestas», añadió.
La Metropolitana y las compañías ERSA y La Cabaña fueron beneficiadas con la entrega de la exEcotrans, en «un acuerdo poco trasparente y que es violado sin que las autoridades nacionales, provinciales y las de las comunas de Merlo y Morón, que lo firmaron, y tampoco la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) ejerzan los controles para que se cumplan las normativas de derechos laborales y de servicios públicos», dijo.
Pacheco explicó que desde el 1° de julio último se produjeron varios conflictos y que abundan «las denuncias y audiencias en el Ministerio de Trabajo de la Nación», lo que indica que esas empresas sólo procuran «disciplinar» a los trabajadores para imponer «un régimen de empleo violatorio del convenio colectivo».
La Metropolitana es un grupo que fue beneficiado con la adjudicación de varias compañías y, según Pacheco, se convirtió en «un oligopolio al estilo de Dota y Ersa, principales beneficiarias de los subsidios que se destinan en el transporte de pasajeros».