Los trabajadores de la combativa seccional Juan Bautista Alberdi, en Tucumán, salieron ayer a cortar nuevamente la ruta en reclamo de una recomposición salarial del 35% y para denunciar el accionar de la Uatre y de su titular Ramón Ayala, a quien acusan de «entregar a los obreros».
Son empleados rurales del citrus, una de las actividades de apogeo, y piden que el gremio a nivel nacional no les imponga el techo salarial que busca establecer el Gobierno en todo el mercado laboral: el 15%.
«Uatre, basta de entregar a los obreros rurales», se leía en uno de los carteles plantados en medio de la ruta.
La seccional, ahora intervenida por orden de Ayala, sigue virtualmente al mando de Dalinda Sanchez, dirigente que reconocen los trabajadores citrícolas y una abierta opositora al heredero de Gerónimo «Momo» Venegas.
Desde el entorno de Sanchez señalan que la intervención llegó porque el año pasado lograron romper el techo salarial pretendido por el oficialismo, y consiguieron un incremento en los haberes de casi 10 puntos por encima del promedio de la actividad. Ante ese escenario, buscan correrlos del medio antes de rubricar las paritarias «modelo» de Jorge Triaca