La nómina que promovió el dirigente petrolero Claudio Vidal terminó segunda en Santa Cruz. Desplazó a Alicia Kirchner al tercer lugar. Con la inmensa caja del gremio, que puso en movimiento en estos años, ya apuntala su campaña para la gobernación en 2023.
En 2017 Claudio Vidal el secretario general del Sindicato Petroleros y Gas Privado de Santa Cruz tomó una determinación clave. Tanto para su autonomía político sindical, como para el manejo de los recursos gremiales. Separó a su organización de la Federación de Petroleros, que en aquel momento comandaba Alberto Roberti, y se hizo de una caja que le dio un vuelo político sin techo.
En apenas dos años, en 2019 eso le posibilitó competir por la gobernación de la provincia. Sin demasiado ruido aceptó la derrota. De hecho fueron unos comicios que le sirvieron para empezar a instalar su nombre en todo el territorio provincial. Objetivo más que cumplido.
Este año, con su partido, tomó distancia del oficialismo. Y con esa determinación dio el golpe: desplazó a Alicia Kirchner al tercer lugar en las elecciones del domingo.
Tan confiado estaba que el domingo, cuando todavía no habían terminado de contarse los últimos votos de las urnas, Vidal lanzó su carrera a la gobernación para 2023. Toda una demostración de fortaleza y de audacia.
Lo hizo tras el resultado que le permitió acceder a una banca en la Cámara de Diputados de la Nación. Para algunos, se trata de una carrera meteórica; otros advierten que es el emergente de un kirchnerismo-peronismo inmerso en una crisis de liderazgo que busca un heredero local.
«Un proyecto que es la renovación que necesita la provincia de Santa Cruz», afirmó eufórico Claudio Vidal en declaraciones a La Nación tras conocerse los resultados que dejaron a su partido Somos Energía para Renovar Santa Cruz (SER) en el segundo lugar.
Vidal no es un acérrimo opositor al Frente de Todos, ni mucho menos. Nació en la política con el kirchnerismo como telón de fondo: fundó en 2019 el partido SER desde el corazón del sindicato petrolero que dirige desde 2013 (que por estas horas busca retener sin mayores inconvenientes) y hasta julio pasado fue un aliado estratégico del kirchnerismo local.
El momento más duro en la ascendente carrera de Vidal fue en el 2015. Ese año fue detenido en una causa que lo investigaba por «Asociación ilícita y tráfico de armas». Luego de algún tiempo, la pesquisa no prosperó como el juez lo había previsto. De hecho lo dejó en libertad luego de varios planteos de excarcelación solicitados por su abogado defensor.
En el 2019, fue candidato a gobernador dentro del Frente de Todos y aportó su caudal de votos para darle la reelección a Alicia Kirchner. En esa elección obtuvo tres diputados provinciales, los cuáles hasta las PASO de septiembre de este año, votaron junto al oficialismo en la legislatura provincial.
Apuntalado por la caja del Sindicato Petrolero, en estos dos años Vidal amplió su plataforma electoral, construyó gimnasios, llevó ayuda social a los barrios, edificó escuelas, levantó proveedurías a precios más económicos y marcó presencia en toda la provincia con acciones sociales. Una campaña más que ambiciosa.
Vidal, es titular de un gremio con cerca de 8000 afiliados en la provincia de Santa Cruz con muy buenos salarios. Así suelen ser los ingresos de todos los petroleros patagónicos y también los de la zona más austral del continente.
Su partido se impuso en las localidades petroleras (casi por extensión a su poder gremial) y en las dos localidades de la Cuenca Carbonífera donde tiene sede la empresa Yacimientos Carboníferos Río Turbio, de la cual fue interventor Aníbal Fernández.