Al principio de la pandemia, las empresas Casafus SRL, Lenac y ByC dieron de baja a más de 600 empleados sin siquiera avisarles previamente. Perdieron la obra social, los aportes jubilatorios y no pagaron el aguinaldo de junio. Piden recuperar sus puestos de trabajo y que las empresas reconozcan la relación laboral que en algunos casos llegó a sostenerse por 20 años.
«Desde marzo hasta ahora no recibimos ninguna respuesta por parte de ellos.», afirmó Alexis Barrientos, uno de los trabajadores despedidos en diálogo con InfoGremiales. «
«Nosotros esperamos hasta el mes de septiembre más o menos. Tratamos de ser condescendientes con las empresas porque era algo nuevo, nadie sabía cómo iba a ser con el tema de la pandemia y esperamos pero nunca recibimos respuesta.», explicó.
En noviembre fueron al ministerio de Trabajo de la Nación a presentar un petitorio como «cocacoleros», nombre utilizado para todos los vendedores de estadios, junto al Sindicato de Vendedores Ambulantes de la República Argentina (Sivara) con el fin de que la cartera laboral interceda en las tratativas de la reapertura inmediata de los eventos deportivos.
En la nota especifican que hay muchos trabajadores sin regulación y que faltan inspecciones, que debido a esta precarización fue que se quedaron sin trabajo en el peor momento de la pandemia. También especificaron el malestar con las empresas que no sólo no les dieron ninguna ayuda económica sino que tampoco les dieron ayuda social como bolsones de alimentos.
En diciembre presentaron otro petitorio. Reclamaron el alta inmediata de todos los despedidos, el pago del aguinaldo, el respeto a las fuentes de trabajo en todos los estadios y para todo tipo de espectáculos, y que no nos cambien la antigüedad: «Hay muchachos que tenían más de 20 años de antigüedad y la perdieron. Estas empresas usaron la pandemia en beneficio propio.», explicó el mismo trabajador.
De esas presentaciones no tuvieron respuesta. Hace una semana uno de los trabajadores se reunió con el secretario general del Sivara, Oscar Silva, que se comprometió a ayudarlos. «La verdad es que no tenemos respuestas de nadie, la gente sigue sin trabajo y las empresas estas siguen alimentándose del sudor de la gente. Pareciera que están haciendo todo lo posible para hacer desaparecer a los vendedores ambulantes», reflexionó Barrientos.
Muchos despedidos optaron por mandar cartas documento y la empresa inició acciones legales contra quienes reclaman pero ellos están tranquilos: «Tenemos muchas pruebas que nos dan la razón. Tenemos recibos de sueldo ficticios que ellos nos daban, tenemos fotos, tenemos de todo para demostrar que éramos empleados de ellos y que aprovecharon esta pandemia para dejarnos afuera y no hacerse cargo de todos los empleados que tuvieron y su respectivo pago.», disparó.