(Por Pablo Maradei) Con varias reuniones frustradas y un paisaje de crisis general en el sector, el Sindicato de Trabajadores de la Alimentación (STIA) marcha hoy a la Federación Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA).
El tire y afloje por la discusión paritaria en el sector de la Alimentación tendrá un nuevo capítulo este jueves: a las 15 horas está convocada una marcha a la Federación de Industriales de Productos Alimenticios (FIPAA) ubicada en Avenida Córdoba al 1300 de la ciudad de Buenos Aires. ¿Patricia Bullrich activará el protocolo antipiquete? Desde el gremio aseguran que cortarán parcialmente la avenida.
El tire y afloje entre la Federación Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA), que responde a Héctor Morcillo pero que informalmente comanda el histórico Rodolfo Daer, y la FIPAA ya cuenta con varias frustraciones de diálogo en el haber. Los números que se están manejando en la discusión son:
– Inflación acumulada may2023/feb2024: 222%
– Ajuste salarial acumulado may2023/feb2024: 243%
Ahora bien, para cerrar el bimestre marzo-abril las cámaras empresarias están ofreciendo 5% por cada mes; «ya que en esta semana mejoraron la oferta un punto, pasando de 4% a 5%», indican. Y agregan desde el STIA: «Solo la inflación de marzo fue del 11%«. Y concluyen: «Rechazamos de plano la oferta empresaria, queremos empardar la inflación para que nuestros trabajadores no pierdan ante la inflación».
El Gobierno juega al desgaste sindical
A su vez desde el STIA y por lo que supo InfoGremiales «los ajustes salariales conseguidos por convenio de noviembre, diciembre, enero y febrero se encuentran sin homologar aunque las empresas vienen pagando el aumento acordado«. La no homologación de acuerdos por parte de la Secretaría de Trabajo es un modus operandi que está trayendo mucho ruido en el mundo empresarial – sindical por no encontrar en ese organismo una vía de comunicación con poder real de decisión.
Ya en una visión más macro de lo que ocurre con las paritarias en general, desde el STIA aportaron: «El Gobierno juega al desgaste de la dirigencia sindical en las discusiones paritarias generando condiciones frustrantes. A diferencia de un Estado activo que interviene para construir consensos, que es algo que históricamente hizo el ministerio de Trabajo, ahora vemos que fomenta la división y la pelea constante».