En una entrevista con radio continental, durante el programa de Paulino Rodríguez, el líder de la opositora CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, negó que el paro que las centrales sindicales enfrentadas al gobierno nacional convocaron para el martes 9 de junio tenga motivaciones políticas. “Tiene cero”, sostuvo, aunque reconoció, sin dar detalles, que las centrales que adhieren tiene un alineamiento con distintos candidatos opositores.
Efectivamente, si bien Hugo Moyano no se comprometió con ningún candidato, mantiene estrechos vínculos sobre todo con Mauricio Macri, y el líder de la CTA Autónoma, por su parte, Pablo Micheli, coquetea con Margarita Stolbizer. Pero el propio “Bandeja”, como conocen en el ambiente sindical al líder de los gastronómicos, es quien se encuentra más comprometido con una precandidato. De hecho, su esposa, la diputada Graciela Camaño es la principal operadora política territorial de Serio Massa.
En la entrevista radial, Barrionuevo quiso bajar el volumen a su adhesión con humor, pero su verborragia pudo más. Cuando lo consultaron si respondía políticamente al Frente Renovador, el gastronómico dijo que si “porque si no Graciela (Camaño, su esposa) me pega”. Pero luego se envalentonó y negó que las deserciones de las filas massista se transformen en una sangría. “Massa enamora a la gente. Lo mismo pasó con (Carlos) Menem, cuando nos apoyaba un solo gobernador y un intendente de Santa Cruz y vencimos a todo el aparato”.
Una vez más, la soltura verbal del dirigente (sindical, político y futbolero) incomoda a sus propias filas. La referencia de Barrionuevo para con su esposa, hace resonar el bochornoso y violento cachetazo que la diputada Camaño le efectuó al diputado kirchnerista Carlos Kunkel, cuando este le replicó en pleno debate legislativo que junto a su esposo “quemaron urnas en Catamarca”.
Sergio Massa, por su parte, poco tendrá que agradecerle el abrazo de oso que significa, aún para el ex militante de la UCEDE, compararlo con el ex presidente Menem.