El Gobierno trabaja con los equipos de Mauricio Macri para presentar una profunda reforma laboral por decreto que promete escalar la conflictividad en todos los niveles ya que ataca muchas conquistas sindicales y derechos laborales.
La promulgación del decreto que reformaría el sistema laboral es inminente pero se sigue trabajando. Recién hoy lograron designar como secretario de Trabajo a Omar Yasín, quien sería el interlocutor válido para negociar con las centrales obreras a las que el gobierno ignora desde hace una semana.
La reforma laboral quedó a cargo del extitular del Banco Central, Federico Sturzenegger, quien reunió a un importante grupo de profesionales de la exclusiva Universidad de San Andrés con miras a eliminar las leyes que impiden la «libre competencia», y sumó las propuestas del equipo de Patricia Bullrich.
Desde la campaña (y antes también) que resuenan en varias propuestas la revisión del sistema de multas laborales, las indemnizaciones, la Justicia laboral, la vigencia de los convenios colectivos, la cuota solidaria y las nuevas formas de empleo.
Por su conflictividad, La Libertad Avanza preveía avanzar en la reforma laboral una vez reducido el gasto y eliminando impuestos pero los caminos del gobierno son misteriosos y ahora, según informó Clarín, vuelve a estar en la lista de salida.
Macri ya intentó impulsar una reforma laboral en 2017 a través del Congreso, pero se topó con un profundo rechazo de organizaciones sindicales. Ahora, las mismas ideas vuelven recargadas e impulsadas por un elenco casi idéntico al gobierno de Juntos por el Cambio:
1) Sistema de multas laborales. Se propuso derogarlo para desarmar la que Macri llamó «industria de juicio» y reducir los costos de las empresas.
2) Traslado de la justicia laboral de Nación a CABA. El objetivo es traspasar los juzgados nacionales del Trabajo a la Capital Federal, lo que permitiría remover a jueces. Macri lo intentó en 2017, pero el movimiento se limitó al fuero penal y tributario.
3) Intereses por indemnizaciones: prohibir la indexación de los intereses en las sentencias por juicios por despidos o accidentes laborales. Por la inflación, el monto del reclamo se va incrementando gradualmente, lo que amplía la base de cálculo de los intereses a medida que se extiende el litigio.
4) Indemnizaciones: sin tocar la Ley de Contrato de Trabajo, impulsar que gremios y empresas negocien en el marco del convenio laboral un fondo de cese, como el de la construcción. Las empresas y trabajadores deberían aportar fondos en forma anticipada para cubrir las indemnizaciones y frenar la litigiosidad.
5) Suspender la ultractividad: la idea es forzar la «actualización» de los convenios colectivos. Si bien muchas actividades lo han hecho en las últimas décadas, la ley 14.250 permite que las cláusulas sigan vigentes hasta que se negocie un nuevo convenio. La suspensión permitiría modificar vacaciones, licencias, jornada laboral y representación gremial, entre otros beneficios.
6) Fin de la cuota solidaria: se establecen en las convenciones colectivas de trabajo para que los trabajadores no afiliados realicen un aporte que se les descuenta del salario por su representación en la negociación colectiva. Los gremios las incorporan en las paritarias y las utilizan para financiarse.
7) Nuevas formas de empleo y contratos: en su momento, se promovió la figura del «trabajador independiente», que podía tomar hasta cuatro «colaboradores», por fuera de la Ley de Contrato de Trabajo. También alcanzaría a las plataformas digitales.