Como sospechaban los gremios, De Marchi asumió en Aerolíneas Argentinas y lo primero que hizo fue pedir pasajes en business para un finde largo

Omar De Marchi, flamante vicepresidente de Aerolíneas Argentinas, volvió a dar la nota al utilizar un beneficio interno de la compañía para volar en clase ejecutiva a un precio reducido, apenas una semana después de asumir. El movimiento fue especialmente criticado debido a su rol en la supervisión del proceso de privatización de la aerolínea, y a sus antecedentes, cuando recibió vuelos gratuitos de Marsans antes de la privatización y vaciamiento de AA en los ’90. Los gremios ven una confirmación de sus sospechas y advirtieron sobre el riesgo de un manejo que priorice beneficios personales sobre el futuro de la aerolínea estatal.

La reciente designación de Omar De Marchi como vicepresidente de Aerolíneas Argentinas, la empresa estatal que Javier Milei señaló para su privatización, ya está dando qué hablar. Apenas una semana después de asumir el cargo, De Marchi utilizó un beneficio interno para adquirir un pasaje en clase ejecutiva, pagando una fracción del precio habitual de un billete en clase turista para tomarse un fin de semana largo. Esta acción causó malestar, ya que De Marchi es recordado por haber recibido, con su familia, pasajes gratis de la española Marsans cuando la fundió en la etapa de la privatización. 

El movimiento de De Marchi no sorprende a los gremios de Aerolíneas Argentinas, quienes expresaron su desconfianza desde el inicio debido a los planes de privatización que el funcionario respalda. Con Milei impulsando la venta de la aerolínea, aunque sin contar con los votos suficientes en el Congreso para lograrlo, la llegada de De Marchi se interpreta como una señal de avance en esa dirección. Los sindicatos ven en estos primeros movimientos una posible prueba de una gestión que podría intentar sacar beneficios de su situación, mientras se mantiene en una postura crítica hacia la empresa pública.

El periodista Sebastián Dumont reveló que De Marchi solicitó un pasaje “sublo”, es decir, con una reducción significativa de precio, y pagará aproximadamente 25.000 pesos por su billete en clase business. Esto representa cerca del 5% del valor habitual de un asiento en esta clase, generando críticas por parte de la opinión pública. Este tipo de beneficios, que también están disponibles para otros empleados de aerolíneas de cualquier parte del mundo, son tachados por los libertarios como «privilegios de la casta» cuando están disponibles para trabajadores comunes pero cuando se trata de sus funcionarios, no hay comentarios.

La situación fue muy comentada en redes sociales, donde los detractores de que exista una aerolínea de bandera suelen apuntar a estos beneficios como símbolos de una supuesta ineficiencia estatal. Sin embargo, desde la aerolínea y sectores de la industria se defiende que el acceso a pasajes a precios reducidos es una práctica habitual en compañías aéreas y le permite a Aerolíneas Argentinas retener a pilotos con trayectoria. No obstante, el caso de De Marchi resalta al haber sido uno de los primeros gestos de un funcionario que debería supervisar el proceso de privatización que impulsa el nuevo gobierno.