El cese de actividades se cumple en «57 casas de altos estudios del país» y se produce «a 40 días del vencimiento de la paritaria del año pasado, con salarios congelados desde noviembre del 2017 y sin la aplicación de la cláusula gatillo», señaló Luis Tiscornia, secretario general de la Conadu Histórica.
Esa agrupación, junto con la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), la Asociación Gremial Docente (AGD)-UBA, el Sindicato de Trabajadores Docentes (Feduba), y el Movimiento Estudiantil, hicieron estas declaraciones en una conferencia de prensa conjunta frente al Palacio Pizzurno.
En materia de recomposición salarial, los docentes solicitaron «un incremento del 25 por ciento y $ 17.000 para el cargo testigo, que hoy está en $ 11.400», estimaron.
El secretario general adjunto de Conadu, Antonio Roselló, enumeró que unos «12 mil docentes en todo el país» se encuentran afectados por el paro y aseguró que en caso de que «no haya una respuesta oficial con una convocatoria a retomar la paritaria las medidas de fuerza se intensificarán».
«Expresamos nuestro profundo rechazo al techo del 15 por ciento, que de facto, quieren otorgar las autoridades al no convocar a una nueva negociación y sin haber aplicado la cláusula gatillo», indicó Roselló.
También interpretó que «se trata de un ofrecimiento hipócrita que condena a los trabajadores a la pérdida del poder adquisitivo ya que sólo en el primer trimestre de este año, la inflación llegó al 7 por ciento».
«El paro también se realiza en repudio a la pérdida presupuestaria de las casas de altos estudios de todo el país, teniendo en cuenta que en el 2016 el presupuesto representaba el 0,87 por ciento del PBI mientras que este año, probablemente, no llegue al 0,77 por ciento», afirmó además Roselló.
Para Verónica Bethencourt, secretaria gremial de la Conadu, «es hipócrita hablar de educación de calidad cuando por otro lado subejecutan el presupuesto generando malas condiciones salariales y laborales». En tanto Federico Montero, secretario general de Feduba, hizo hincapié en el «alto acatamiento a la medida tanto con aulas vacías como con actividades específicas como clases públicas».
Por su parte, Ileana Celotto, de la AGD UBA, denunció el «terrible ataque a la ciencia y la tecnología que hoy mismo se está denunciando con concentraciones en la puerta del CONICET».
Sobre el final, desde el Movimiento Estudiantil adhirieron a los reclamos y aseguraron que «se acompañará la lucha docente, en particular, al cumplirse los 100 años de la reforma universitaria», en referencia al movimiento de proyección latinoamericana que en 1918 permitió democratizar la universidad y otorgarle un carácter científico.
La reforma se inició con una rebelión estudiantil en la Universidad Nacional de Córdoba y en ese contexto, los docentes universitarios aseguraron que «de no haber respuesta de las autoridades» se planea realizar en junio en esa provincia «una gran acción conjunta con referentes latinoamericanos» como protesta.