(Por Pablo Maradei) Ante el fracaso de la mesa paritaria, la UOM comenzó la discusión salarial planta por planta. A un paso de acordar el «conformado» con cada firma, levantó virtualmente la huelga anunciada para el lunes. A nivel de la actividad el debate sobre la posible suma fija mantiene las tensión. Audiencia clave.
Con panorama incierto, este jueves se retoma la negociación paritaria de la siderurgia: la falta de certeza radica en que a fines de la semana pasada, la UOM había convocado a un paro de 24 horas para este lunes en las plantas de Techint (San Nicolás, Campana, Canning, Valentín Alsina) y Acindar (Villa Constitución), medida que no prosperó.
Paréntesis: recordar que la paritaria de la UOM estaba lista para cerrar, pero la aparición de Máximo Kirchner junto al secretario general Abel Furlán en la sede de Avellaneda del sindicato pulverizó el acuerdo: el hijo de Cristina Kirchner blanqueó que quiere que los trabajadores del sector privado cobren una suma fija de 30.000 pesos.
Esas declaraciones detonaron todo lo discutido: los paritarios de la Cámara Argentina del Acero quisieron que se contemplara que «de salir ese bono sea absorbido por la paritaria» y no que corra en paralelo. El rechazo gremial fue fulminante. Y todo volvió a cero. O a casi cero, se podría decir, por el fallido paro de este lunes.
La convocatoria a una medida de fuerza y que luego se levanta ya es en sí mismo un indicio de golpear (amenazar en este caso) para negociar. Y esta declaración que recogió InfoGremiales de parte de trabajadores de Acindar va en el mismo sentido: «De la reunión de la Cámara salió que cada planta que acuerde, cierre su discusión; y esa es también la posición de Acindar; no así la de Techint que no quiere aflojar».
De este testimonio se recogen algunas reflexiones.
Por un lado la posición empresaria de unidad se quebró; ya no hay una única postura que es la de los enviados de Paolo Rocca, dueño del Grupo Techint. De hecho, la UOM había dado el visto bueno de que cada empresa fuera cerrando su paritaria y viendo de qué manera incorporar los aumentos al conformado. Por supuesto que el gremio quisiera que fueran automáticos, pero también, por lo que supo este medio, aceptan que se vayan incorporando al conformado de manera escalonada.
Y una lectura que va más allá de los hechos: es harto sabido del encono que existe entre Rocca y todo lo que sea kirchnerismo. La propuesta del bono viene del lado de La Cámpora y el nuevo titular de la UOM, Furlán, tiene afinidad con el kirchnerismo como no la tenía Antonio Caló. Con esto, lo que se apunta es que la política también está jugando su rol; más que nada porque el Grupo Techint no tiene problemas financieros. En ese sentido recordar los 1.450 despidos que realizó este grupo ni bien empezó la pandemia, pese al pedido del Presidente de no dejar a la gente en la calle.
El mapa de las empresas da cuenta que Acindar está en manos del gurú de la siderurgia mundial, el indio Lammy Mittal. En tanto, a nivel local Techint controla SOMISA desde que se privatizó y es la proveedora de los tubos y las láminas para el mercado interno. Luego, con una fuerte política expansaiva vendría el proceso de transnacionalización comprando plantas por todo el mundo hasta llegar a controlar más del 30% de la producción mundial de los tubos sin costura.