La CGT reunirá este lunes a su mesa chica. Discutirá lo que quedó de la Reforma Laboral en la Ley Bases y definirá posición. La negociación previa la gestionó vía Miguel Ángel Pichetto, aunque temen que la UCR busca endurecerla. Evaluarán, además, el paquete fiscal que implica la reversión de Ganancias, la movilización del 1° de mayo y el paro general del 9 de mayo.
Este lunes por la tarde, la CGT reunirá una vez más su mesa chica. Será en paralelo al inicio del tratamiento de la Ley Ómnibus en el Congreso que tiene entre sus artículos lo que quedó de la Reforma Laboral propuesta por el radicalismo. La situación es de alerta.
Aunque, como había anticipado InfoGremiales, el Gobierno le había prometido a la comitivia cegetista que pasó por Casa Rosada que no habría capítulo laboral sin consenso con Azopardo, la Reforma Laboral promocionada por la UCR está en el texto.
A pesar de que los funcionarios libertarios tampoco cumplieron con la promesa de mantener el diálogo abierto, la central consiguió su propio puente para recortarla. «Nos manejamos con Pichetto. Con él intercambiábamos el texto e íbamos recortando cosas», explicó un importante dirigente de la comisión directiva. En base a eso lograron que la Reforma pase de 60 artículos a 17. Se cayeron 43.
Sin embargo entre los que quedaron hay varios que parecen difíciles de asimilar. Uno de ellos es el Artículo 93, que establece que “el trabajador independiente podrá contar con hasta otros cinco trabajadores independientes para llevar adelante un emprendimiento productivo y podrá acogerse a un régimen especial unificado que al efecto reglamentará el Poder Ejecutivo Nacional. El mismo estará basado en la relación autónoma, sin que exista vínculo de dependencia entre ellos ni con las personas contratantes de los servicios u obras”.
Lo mismo ocurre con el artículo que agrava las multas pero no reinstala en sus empleos a los despedidos discriminatoriamente y el que promueve la condonación de multas a quienes tienen trabajadores no registrados, entre otros.
El debate estará cruzado por el temor de que surta efecto la presión que ejerce la UCR para que se vuelva a incluir alguno de los 43 artículos que se eliminaron y el impacto del paquete fiscal en los salarios. Específicamente el regreso de Ganancias para que tributen aproximadamente 800 mil empleados en relación de dependencia.
Además de definir posición, deberán ultimar detalles para la movilización del 1° de mayo y el paro general del 9 de mayo, donde la central obrera se juega buena parte de sus fichas. No hay margen para un paso en falso, un fracaso de una huelga general podría licuar parte de la centralidad política y social que consiguió la central obrera en los últimos meses.