Ante un centenar de dirigentes del gremio que se congregaron en el local de Barracas, el Frente Nacional de Agrupaciones Marítimas se lanzó a la carrera por recuperar el intervenido Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU). Con la formalización de la candidatura de Mario Morato a secretario General, empieza a encaminarse el proceso de normalización del gremio que deberá ir a elecciones, a más tardar, en agosto.
Entre empanadas y liturgia peronista, Morato agradeció el respaldo de los hombres de las distintas seccionales del gremio que se acercaron hasta el local ubicado en Barracas y el apoyo de un núcleo de dirigentes de otros sindicatos que «bancaron la difícil parada» del dirigente ante la intervención del gremio.
El acto se da luego del fallo del 3 de mayo, en el que el Juez Rodolfo Canicoba Corral acata lo dictado por al Cámara Federal y ordena ponerle fin a la intervención en un plazo de 180 días, que corren desde el 16 de febrero.
El principal gremio de la actividad marítima, que lleva intervenido más de un año e intentó ser punta de lanza en el plan macrista de flexibilizar las condiciones laborales, empieza a cerrar una etapa negra, en lo que es una de las intromisiones más duras de un gobierno sobre una herramienta sindical.
En ese camino, que deberá refrendarse en las urnas, Morato remarcó la necesidad de proteger los salarios y los convenios, dos de los puntos sensibles que fueron eje de ataques por parte de los interventores macristas y que dejaron a los trabajadores de la actividad en situación de vulnerabilidad.
Además se escucharon párrafos de agradecimiento a la Federación Internacional de Transporte (ITF) por el constante sostén a los dirigentes del SOMU durante «la resistencia» a la intervención, que incluyó el nombramiento de Morato en un importante cargo como gesto de respaldo.