Poseedor de un perfil subterráneo, rara vez habla con la prensa Carlos West Ocampo. Esta vez, dado el incidente en la salud de Héctor Daer y con el plan de lucha de Sanidad a la vuelta de la esquina, no tuvo opción. ¿El resultado? Picantes cruces con periodistas, enojo y dudas sobre la relación con los empresarios.
El tema podría haber rondado alrededor del 45% de aumento en cuatro cuotas con revisión en febrero del año que viene que reclaman desde la Federación (Fatsa) para destrabar el conflicto en Sanidad y que las empresas prepagas insisten en querer trasladar el incremento salarial a sus «financiadores», como los refiere Carlos West Ocampo.
Pero «Carlín» no es un dirigente más, sino que aún entre los Gordos es un peso pesado, por lo que algunos periodistas profundizaron sobre otros temas. Y ayer lo pusieron contra las cuerdas en cada oportunidad que tuvieron.
Las entrevistas más largas le tocaron en Radio con Vos y en AM 530 que, en sus constantes intentos de escapar por las tangentes ante preguntas incómodas, lo jalonearon de vuelta para conseguir una respuesta. Hubo parábolas, referencias a sucesos y personajes históricos, comparaciones internacionales.
Lo que quedó claro es que West Ocampo sólo está dispuesto a hablar de la reforma del sistema de salud si es para que el Estado le «inyecte dinero» y quiere que eso redunde en mejores salarios para las y los trabajadores de Sanidad que cobran poco y mal.
El momento más tenso se lo llevó Radio con Vos, cuando Alejandro Wall le preguntó cómo se sentía sabiendo que lleva adelante del gremio más de 30 años y sus representados tienen salarios tan bajos. «Nuestra actividad es históricamente devaluada por muchas razones, en primer lugar porque es una actividad mayoritariamente femenina y que no es muy prestigiosa porque tiene que atender las cuestiones a las que la mayoría de la gente le rehúye», quiso explicar. Cuando Wall le repreguntó si dada esta situación no debería ser exactamente al revés, le respondió «Usted sabe quién es Mahatma Gandhi, ¿no?». Wall insistió y West Ocampo respondió visiblemente enojado.
En la entrevista con Daniel Tognietti resaltó su automática defensa del sector empresario. Para West Ocampo el aumento debería recaer en trabajadores, los más pudientes, eso sí: «Yo no tengo dudas que la medicina prepaga tiene que aumentar sus valores. Están a valores prácticamente del año 2019, han tenido muy bajos aumentos. Y estamos hablando del sector más pudiente de la sociedad, porque en la medicina prepaga están aquellos que no quieren estar ni en el sector público ni en el de la seguridad social.»
«Si trabaja en relación de dependencia, no tiene que ser monotributista, pero si es monotributista puede acceder a cualquier obra social sin pagar absolutamente nada. Ahora si usted tiene la vocación de engrosar los bolsillos de los dueños de las prepagas, hágalo, pero no se queje si le aumenten el valor», espetó, como si desconociera que las obras sociales hace años ya no pueden sustentar la demanda de acceso a la salud de la clase trabajadora, en parte, gracias al aumento de la precarización.
Al ser consultado por la reforma del sistema de salud que planteó la vicepresidenta, West Ocampo esbozó una sonrisita que Tognietti no tardó en calificar de «socarrona»: «Cristina conoce poco del sistema de salud. No es que hoy se despierta un político y dice «hay que reformar tal cosa», no. El sistema funciona.», disparó.
Después siguió argumentando que todos los sistemas de salud del mundo colapsaron pero no así el de nuestro país, como si se debiera a un perfecto funcionamiento previo pero la audiencia le recordó a través de mensajes «la formidable inyección de dinero que hizo el Estado nacional», que no pudo evitar reconocer.
«Yo no me niego a pensar ni a debatir. Reformar sí, lo que no podría entender sería reformar y desfinanciar, cuando lo que hay que hacer es inyectar más recursos para que el sistema de salud pueda hacer frente a todos los peligros de esta y del resto de las pandemias que anuncian los grandes sabios.», siguió.
Tognietti le planteó la relación entre lo que ganan las empresas prepagas y lo que invierten los dueños de esas mismas empresas, que fugan dólares o compran canales de televisión: «Deben ganar bien, tienen rentabilidad». Pero West Ocampo escapó a la respuesta, le dijo que no ve la relación entre una cosa y la otra y adujo que hay organismos de control: «Está todo absolutamente controlado», remarcó.
En realidad respondió a un mal entendido, supuso que Tognietti daba a entender que se trataba de negocios ilícitos. No era el caso. Por si las dudas aclaró que no era su tarea verificar estos temas. Lo que sí es su tarea es negociar mejores salarios para las y los trabajadores de Sanidad que calificó en varias oportunidades como «los héroes de la pandemia».