Leonardo Fabré suele ser de los dirigentes cegetistas más explosivos. No suele dudar al momento de tomar la palabra y cuestionar a sus pares en medio de gritos, como lo hizo en un Confederal hace algo más de un año, ni en empapelar la Ciudad con carteles en los que cuestionan a la conducción de la central obrera o la legitimidad del presidente Mauricio Macri.
Ahora, el hombre que históricamente abrevó a las filas del moyanismo, envió una dura carta documento en la que pide la normalización de la CGT y cuestiona la inacción de la cúpula de Azopardo en el marco de la crisis económica que atraviesa el país.
«Considerando la existencia de un triunvirato que actualmente conduce el Consejo Directivo de nuestra CGT y en razón de que se produjo la renuncia de uno de sus miembros, como así también cabe destacar la figura del triunvirato es ajena al estatuto de nuestra CGT», abre la misiva de Fabré que en 2016 decidió no formar parte de la conducción de la CGT unificada.
«…Y la grave situación que vive el movimiento obrero argentino, con los índices de desocupación más altos de los últimos tiempos, una atroz merma del poder adquisitivo del salario y la proliferación masiva del trabajo precario en sustitución del trabajo formal», argumenta el líder de APOPS, intima con «carácter de muy urgente» se proceda a la normalización de la CGT de acuerdo a su estatuto.
La carta, con fecha del 27 de diciembre, es el cierre de un año conflictivo en la interna de Azopardo, en el que ocho dirigentes renunciaron a sus cargos para reclamar que se renueven las autoridades.
Hoy, con esa estrategia que parece enfriarse definitivamente, Fabré redirige la presión amenazando con la vía judicial, mientras el Frente Sindical para el Modelo Nacional ya avisó que en 2019 buscará que se vaya a un Congreso en el que haya compulsa de candidaturas para dirigir los destinos de la principal herramienta sindical del país.